Preocupados por la hora; y, el inusual tráfico matutino de un sábado 10 de diciembre de 2011, luchábamos por avanzar en la avenida Occidental de nuestra congestionada ciudad de Quito. Cuando el reloj dio las 07h50, ya habíamos recogido a nuestro co-piloto José Octavio Pazmiño.
Cuando por fin llegamos al sito de reunión, la gasolinera Shell de la Biloxi y luego ser asaltado por la pésima medida del combustible, nos dirigimos a saludar a los amigos que ya se encontraban ahí.
La ruta de esta travesía pretendería llegar hasta el cráter del Volcán Guagua Pichincha.
Los intrépidos integrantes en esta ocasión:
1. Cristian Carvajal, en solitario.
2. Gonzalo Lira con Francisco Jácome de co-piloto.
4. Aquiles, Linda, Joel y Erick
5. Eduardo Díaz y Gustavo Vaca.
6. Álvaro, Gabriela (Cesar Andrés), Sofía y José Octavio.
La salida en columna en el orden establecido, la ruta, un pésimo pavimento, lleno de huecos y luego ya, un destapado, polvoriento, estrecho, sin ninguna dificultad. La vía hermosa, el día perfecto despejado, nos permitió descubrir los penachos blancos de varias montañas de las cordilleras oriental y central, que a más de uno del grupo confundieron.
Cuando ya habíamos llegado a los 4100 msnm. Decidimos hacer una parada técnica y revisar la temperatura de uno de los Niva.
Este paseo resultaría muy especial pues bautizaríamos a la última adquisición del Club, Gonzalo Lira, nivero de corazón, hombre bonachón, de buena voluntad, inexperto en las lides del paseo aventurero, pero comprometido en cuerpo y alma con el grupo.
Seguimos hasta llegar al refugio del Volcán, parqueamos LOS NIVAS y nos pusimos en marcha para alcanzar el mirador de la caldera. Aguantamos los gélidos vientos y la altura. Cuando la mayoría, habíamos llegado a la cima, el Guagua Pichincha nos jugó una mala pasada, pues, luego del esfuerzo, no nos correspondió con una vista clara de su caldera. Estuvo cubierta con una impenetrable neblina, pero nos premio con una vista muy bonita del resto de picachos y del sur de Quito. Si subir nos tomó 40 minutos, bajar fue menos de 10 minutos.
Luego de una pequeña escala técnica en el refugio del volcán bajamos a la explanada, en donde luego de un frugal almuerzo bautizamos a nuestro postulante, no sin antes poner a prueba sus habilidades.
Luego de esto regresamos a Quito y nos despedimos en la Mena II
Bienvenido Nivero chileno-ecuatoriano, esperamos que tus experiencias al interior del Club Niva 4x4 Ecuador, sean tan provechosos, y llenos de satisfacciones, como lo ha sido para muchos de nosotros.
Álvaro Izurieta Cassola
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