Participantes:
Fernando Bastidas
Cristhian Carvajal y Carmita.
Jose Luis
Jobany Uyaguari y su familia.
Diego Soria.
Jose Octavio Pazmiño y María Elena
Jorge Ortiz, Ana Rivadeneira, Gustavo Vaca
La travesía correspondiente al mes de agosto de 2013 tiene
su inicio en el barrio de Pusuquí, el mismo que nos sirvió en esta ocas
ión de punto de encuentro. Cómo es usual tomo algo de tiempo estar todos reunidos, pero una vez se completó el grupo salimos hacia nuestro destino: Las lagunas de Mojanda.
ión de punto de encuentro. Cómo es usual tomo algo de tiempo estar todos reunidos, pero una vez se completó el grupo salimos hacia nuestro destino: Las lagunas de Mojanda.
Nos dirigimos hacia el norte por la autopista Manuel Córdova
Galarza realizando una primera parada técnica en la entrada de la urbanización
La Pampa dónde Jorge se separó por un momento para completar su tripulación.
Acto seguido entramos atravesamos el pueblo de San Antonio
de Pichincha y tomamos ruta hacia el puente sobre el Río Guayllabamba, un
prolongado descenso y una ruta llena de polvo y vibraciones ponen a prueba
nuestras suspensiones y frenos. Y requerimos nuestra segunda parada técnica,
ésta vez por un problema en los frenos de Cristhian.
El diagnóstico preliminar nos dice que fue el servo, de
todas maneras aflojamos las llantas delanteras y procedemos a purgar el freno
para una mayor eficiencia y así poder continuar el viaje. Se le debe agradecer
a DON CAN por el óxido en las tuercas de las llantas, a Jorge por la Gata de
Lagarto, a Gustavo por la dirección técnica y todos quienes colaboramos de una
u otra manera para que sea tan divertido sacar
poner las llantas del Cristhan.
Una vez procurada la seguridad de nuestro compañero
continuamos el descenso haciendo la siguiente parada en el puente sobre el río
Guayllabamba para las respectivas fotos y estiramiento de piernas. Desde este
punto iniciamos el ascenso.
Sin mayor historia que contar llegamos a la vía que une las
poblaciones de Puellaro y Perucho, aquí se nos presenta un dilema: La ruta fue
sugerida por Vinicio quien la tarde anterior a la travesía sufre un percance
con su Niva y no nos puede acompañar. Para esto no contábamos con un mapa o
indicaciones exactas de cómo seguir la ruta. Por lo que debíamos encontrar
indicaciones para llegar al poblado de Sachapungo (Una de las referencias dadas
por Vinicio) sin embargo de la referencia nadie sabía. Con Cristhian decidimos
hacerle caso al GPS que nos indicaba que se podía llegar a Mojanda por una ruta
que iniciaba a escasos kilómetros de dónde nos encontrábamos.
La elección en principio nos llevó por demasiado camino
asfaltado hasta llegar al poblado de Perucho y nos encamina hacia el poblado de
Atahualpa, una vez allí las indicaciones nos dicen que estamos cerca de las
lagunas. Realizamos una corta parada técnica y continuamos con el ascenso.
Por fin terminamos el camino que de asfalto había pasado a
adoquín y comenzó el camino de tierra. Y habiendo recorrido algunos kilómetros
del mismo nos hallamos en una y en la que decidí tomar el ramal de la derecha
haciendo al grupo errar el camino. Luego de una corta distancia recorrida y
ante la posible equivocación se realizan las averiguaciones correspondientes,
debemos regresar a la bifurcación y continuar por el camino de la izquierda,
damos la vuelta y regresamos.
Retomamos la ruta correcta y a pocas centenas de metros nos
encontramos con tráfico en contra un Niva azul que imprudentemente venia
corriendo por el camino, afortunadamente se pudo evitar el impase y continuamos
con nuestro viaje. Es ascenso cada vez se pone más empinado y el niva de José
Luis comienza a dar problemas de temperatura. Nos detenemos para esperar que se
enfríe un poco y así continuar de forma segura.
Seguimos ascendiendo y con la altura el camino gana en
dificultad, la ruta se torna interesante. Un pequeño obstáculo en la vía nos
detiene por breves momentos, una camioneta en contra vía con una carga de papas
nos cede el paso y podemos continuar. A partir de aquí zanjar y rocas ponen a
prueba nuestra habilidad y la fortaleza de nuestros vehículos.
Lentamente con la constancia, fuerza y maniobrabilidad
clásica del niva sorteamos uno a uno los obstáculos. Zanjas que ponen a los
vehículos en inclinaciones difíciles, grandes piedras que golpean nuestros
protectores y el espectáculo majestuoso del páramo andino por nuestras
ventanas.
Una última parada antes del tramo final para re agruparnos y
emprendemos los últimos metros del trayecto hacia la laguna grande de Mojanda.
En el escarpado camino el niva y medio de José Luis enfrenta pequeñas
dificultades para pasar pero lo logra con uno u otro consejo de los más
experimentados.
Por fin la laguna grande, nos detenemos en posición
fotográfica, apagamos nuestros nivas para un merecido descanso, caminamos hasta
el lugar que Gustavo recomienda para una sesión fotográfica dónde rodeados por
las cámaras de nuestros acompañantes generamos muy bellos recuerdos. Terminada
la sesión de fotos subimos de nuevo a nuestros autos, con sorpresa Jorge y
Gustavo descubren que sus provisiones no se encuentran en el lugar dónde las
habían dejado. Luego de breves especulaciones acerca de la siniestra mano que
dejó sin alimento a nuestros amigos Jobany nos comenta que él, por precaución,
las había escondido precisamente de las perversas manos que podrían haber dado
buena cuenta de los abarrotes.
Una vez habiéndonos alimentado procedemos a completar el
agua del Niva de José Luis y a
prepararnos para la partida, acordamos regresar por la ruta de Malchinguí que
hace un año nos ofreció tantas emociones y la punta de la caravana la toma
Cristhian a partir de éste momento.
En su calidad de líder de ruta decide que visitemos por un
momento la laguna negra en la que está terminando su campamento otro grupo de 4x4 quienes brevemente se
retiran tomando la ruta de Otavalo.
Llegados a la laguna negra comenzamos a jugar con nuestros
autos, un poco en el lodo varias fotos y videos, exhibición de luces y de
pericia.
Salimos de la laguna negra y tomamos el primer desvío a la
izquierda luego de un breve ascenso y de no estar familiarizados con el paisaje
casi lunar de la vía que nos lleva por Malchinguí caemos en cuenta que estamos
en la ruta que nos lleva hacia Tabacundo. Considerando la hora y el clima
decidimos continuar por la misma.
Terminada la bajada nos reunimos en la intersección con la
panamericana, para luego hacer un breve abastecimiento de bizcochos y queso de
hoja en la gasolinera más próxima y continuar ya por asfalto nuestra ruta.
La travesía se da por finalizada en el redondel norte de
Guayllabamba dónde todos le deseamos buen viaje a Diego Soria quien debe
abandonar el país temporalmente.
Un cálido abrazo para todos. Nos veremos en la próxima
travesía.
Fernando