domingo, 30 de diciembre de 2012

Travesia de Diciembre, Muertepungo


La ultima travesía del año del Club Niva del Ecuador nos llevaría a la Laguna de Muertepungo, cuyo camino es conocido por ser de de alta técnica de manejo.
A las 8 y 30 de la mañana el grupo de niveros prácticamente estaba listo y dispuesto para el camino, el clima muy agradable ya nos hacia prever que el camino estaría seco. Los participantes, por orden de llegada fueron:

Fernando Bastidas, en solitario
Gustavo Vaca con Charlie Vásquez como copiloto

Eduardo Díaz, con su hijo José Miguel de copiloto
Aquiles Zurita, su esposa Linda y sus hijos Joel y Erick

Oswaldo Gomezjurado, con su esposa Silvana, su hijo Santiago y su nuera Paty
En el redondel de El Colibrí ya encontramos un poco de tráfico por un “pase del Niño”, tomamos la vía a Pintag y en cuestión de minutos ya estuvimos en el parque central de dicha localidad. Hicimos una pequeña parada técnica para comprar provisiones y para revisar el Niva de Eduardo Díaz, que tenía un propulsor fallando.

Empezamos a subir al paramo por un empedrado que nos lleva hasta la Laguna, y luego encontramos el camino totalmente seco, el polvo que se levantaba al paso de nuestros tanques rusos hacia difícil la visibilidad, por lo que cada Niva se separó prudencialmente. A los 3500 metros nos detuvimos para contemplar un mágico paisaje andino que nos mostraba a los Ilinizas, Pasochoa, Ruminahui, Atacazo y Pichincha. A los 3700 metros un cóndor pasó frente al Niva de Gustavo Vaca a vuelo rasante.
Las cuestas, de hasta 40 grados de inclinación, nos mostraban lo difícil del camino. Para mal o bien no había llovido por el sector en varios días, por lo que lodo impenetrable se ha convertido en una fina capa de polvo. Llegamos sin dificultad a los 4100 metros, en donde nos esperaba un funcionario del Municipio, que colabora con la comunidad de Santa Rosa de Muertepungo, nos indico que solo podíamos seguir por el camino y de ninguna manera podíamos hacer 4x4 en ningún otro sitio, para preservar el área. Afortunadamente encontramos un pequeño lodazal en el mismo camino, que nos permitio probar las capacidades de nuestros queridos Nivas.

En pocos momentos ya estuvimos en la Laguna de Muertepungo,luego de cruzar sin dificultad un riachuelo, estacionamos nuestros Nivas en un sitio propicio y decidimos caminar alrededor de la laguna. El frio viento del paramo quemo nuestras caras, pero no nos importo al contemplar la paz del paisaje. Recordamos anteriores travesías al sector, incluso de una vez que no pudimos llegar por lo difícil del camino y de otra vez que nevó en la noche y los Nivas amanecieron con una capa de hielo encima.
Era tiempo de almorzar, nos reunimos todos alrededor de la famosa mesa presidencial y departimos un momento agradable entre niveros. Otros vehículos llegaban para acampar cerca de la Laguna.

Entrada la tarde emprendimos el viaje de regreso, el sol nos acompañó en todo momento y nos regaló paisajes hermosos, dignos de ser fotografiados. La última parada se hizo a la salida de Pintag, en donde decidimos las próximas actividades del Club.
Tras los abrazos de Navidad y de Año nuevo, nos despedimos, gratos de haber compartido un nuevo viaje del Club Niva Ecuador