Fue entonces, cuando utilizando el acopio de toda la información posible se pudo en poco tiempo planificar una salida que yo la llamaría compendio ,si en verdad reunimos datos de experiencia anteriores propias y de otros cuyas publicaciones estuvieron a la mano , y entonces utilizando relatos, mapas, puntos GPS, etc . se dio forma a una hoja de ruta bastante completa ,que comprendía cruce por zonas pobladas, carretera pavimentadas de primer orden, de segundo orden, caminos lastrados de tercer orden y vías o huellas de cuarto orden con vadeos de riachuelos y pequeñas zonas a campo traviesa , dando como resultado una de las travesías más interesantes, en la que disfrutamos de las bondades de nuestros vehículos, observando los más bellos paisajes de la serranía y compartiendo con personas de una calidad humana muy grande.
Siendo las 08:30 horas salimos del punto de reunión acordado, que en este caso fue la gasolinera de Oyacoto ; las cuatro tripulaciones estuvieron conformadas de la siguiente manera : como líder quien escribe estas líneas Oswaldo Gomezjurado B con Charlie Vásquez de copiloto y su novia Gaby, en segundo lugar Gustavo Vaca R en solitario , en tercer lugar Marcelo Baquero con su hijo Mathew y cerrando el grupo Jorge Ortiz B con su novia Ana Belén.
El primer punto de llegada fue la ciudad de Atuntaqui, en uno de cuyos restaurants compramos la comida para el almuerzo, que en un par de horas más tarde beberíamos comer. Cruzamos unas cuantas calles que previamente las habíamos registrado en el G P S para salir de la zona urbana en pocos minutos y enrumbarnos hacia el segundo punto que era el empate con la carretera hacia Urcuqui o avenida universitaria , antes de llegar a la plaza principal de dicho cantón llenamos los tanques de combustible de todos los vehículos ,ya que esa era la última estación de servicio que tendríamos hasta culminar la travesía en el mismo punto .
Como esta cabecera cantonal es más pequeña cruzamos sus calles sin ningún problema para tomar la carretera pavimentada pero algo estrecha hacia la parroquia de Tumbabiro unos 20 km más adelante. Una hermosa y pintoresca población con un delicioso clima , ubicada a 900 msnsm , Dicha población y sus alrededores se caracteriza por la longevidad de sus habitantes pues de 6000 personas afincadas allí hay 26 que superan los 100 años, dicha relación es más alta que en la población de Estados Unidos que existen 6 por cada 100.000 habitantes .
Deberíamos subir mucho hasta los 3.55º msnm aproximadamente pasando primero y a pocos kilómetros de distancia por otra parroquia llamada Pablo Arenas en honor a uno de los patriotas asesinado por los relistas españoles el 2 de agosto de 1810 ocupando la lista de nuestros próceres de la independencia.
En aquella parroquia enclavada en las montañas con una topografía muy quebrada y con un clima más templado, conversamos con Don Arcecio alguien algo influyente en la vida política del lugar tanto es así que nos permitió transitar en un par de calles en contravía y nos dio las directrices respectivas para llagar al último sitio poblado del sector Nor Este de la provincia de Imbabura con la categoría de parroquia, ya que es un punto que no se registr
aba en los G P Ss ni tampoco consta en Google maps, llamado La Merced de Buenos Aires y que nada tiene que ver con la gran ciudad Rioplatense .Para llegar a la mencionada parroquia tuvimos que transitar por una vía lastrada con un porcentaje de cuestas verdaderamente importante y con inclinaciones de entre 15° a 20° pero en un entorno paisajístico hermoso durante algo más de dos horas. Como a la mitad del camino en un recodo algo simpático y cuando los relojes marcaron las 14:00 horas decidimos almorzar las provisiones adquiridas anteriormente .El descanso fue realmente reparador y con nuevas energías y mucho ánimo en el corazón retomamos la ruta una media hora después
La pequeña población nos recibió con un manto de neblina que cubría parcialmente sus edificaciones y parque; luego de un estiramiento de pierna preguntamos por los dos sitios de atracción que habíamos consultado anteriormente que son la comunidad de La Primavera y la cascada del manto de La Virgen .y de inmediato tomamos el rumbo indicado. Sin ningún problema de orientación llegados a la comunidad 40 minutos más tarde por una ruta de similares características.
La primavera es un caserío hermoso edificado en un área fértil con abundante cantidad de espacios verdes bien cuidados, en cualquiera de los cuales se podría hacer un campamento , un morador consultado nos aconsejó ir hasta un determinado punto donde vive una familia numerosa que posee un patio ideal para el camping ,así lo hicimos y en verdad la hospitalidad con que nos recibieron fue grande tanto así que retiraron un poste de su precario cerramiento para que nuestros vehículos pudiera ingresar al patio de su casa.
Cabe mencionar, que uno de los hijos de esa familia de buen corazón , un muchacho de unos 16 años, llamado Pablo y que presentaba na capacidad especial, se nos pegó primero para servirnos de guía hacia la cascada, lo cual lo hizo de inmediato con toda la buena voluntad y una marcada alegría ,nos guió por un sendero que descendía la ladera con una vista muy bonita ,hasta llegar a un bosquecillo de pinos en donde el la inclinación del sendero se pronunció aún más hasta llegar a una cruz blanca de unos 5 metros de altura en la base de un mirador improvisado desde donde se apreciaba en toda su magnitud la cascada del manto de La Virgen con unos 30 metros de caída en medio de una gran roca . Algunos de los participantes de la travesía bajaron hasta el pie de la cascada para tomar fotografías y tocar el agua que se acumulaba en un pequeño vado.
El regreso hacia el sitio donde más tarde armaríamos el campamento fue un poco agotador por la importante pendiente que tuvimos que vencerla haciendo algunas paradas para tomar aire renovado. Una vez arriba lo primero que hicimos fue plantar las carpas, bajar la leña de la parrilla de uno de los niva , prender lámparas y linternas , mesa desplegable ectetc, es decir armar el campamento, siempre con la presencia y ayuda de Pablito
Cuando Jorge empezó a prender la fogata nos dimos cuenta que los nivas habían consumido algo más de la mitad del combustibles y que ,con el resto que quedaba ,no podíamos continuar con la otra etapa , que era llegar a la planicie de Piñan .Sabíamos que la ruta era larga, y dura pues teníamos que subir a 3000 msnm y que luego de llegar a la hacienda Chinchivi el camino se tornaría verdaderamente duro donde la exigencia de los motores consumirán mucha gasolina Ahí fue donde Pablito dio la solución pues sabía que Don Celso, vecino del caserío, los días sábados por la noche llegaba con su camión cargado de mercadería para la tienda de su hermano y gasolina en canecas para uso local, tanto en la Primavera como en Buenos Aires . Solo tuvimos que esperar hasta que el mismo Pablito anunció la llegada de dicho personaje cuyo apellido nadie sabía, pero era don Celso quien permitió que completáramos el recorrido, pues vendió a cada uno los pilotos 4 o 5 galones con lo que los tanques de nuestro carros volvieron a saber lo que es estar llenos a full. Los que ahora necesitábamos llenar los estómagos éramos nosotros, para lo cual Jorge preparó una deliciosa parrillada en el rescoldo de la fogata que todavía esta prendida. Unos sorbos de buen vino acompañaron de la mejor manera a la carne, a los embutidos y choripanes,además unos pocos snacks y otras golosinas permitieron calmar nuestra acumulada hambre.
Luego de la obligada tertulilla, poco a poco cada uno de nosotros fue a dormir en sus respectivas tiendas de campaña para un merecido descanso. Amaneció y el canto de un gallo medio madrugador fue el despertador que aceleró nuestro despertar, así mismo de apoco fuimos saliendo de las carpas para desayunar, luego levantar el campamento y prepararnos para comenzar la siguiente fase de la travesía.
Siendo aproximadamente las 10 .00 horas arrancamos para la zona de Piñan , a pocos minutos de emprender el viaje hubo un pequeño inconveniente por una bifurcación de la ruta ,pero que fue solucionado en pocos minutos, para continuar por el camino verdadero , como sabíamos comenzamos esta etapa con una serie de cuestas pronunciadas que permitían observar maravillosos valles verdes con pequeñas casitas y otras edificaciones rurales que invitaban a ser fotografiadas y filmadas para poseer na constancia gráfica de la geografía del lugar.
Luego de unos cuantos kilómetros de un camino con tendencia a subir llegamos a la famosa cadena de la hacienda Chinchivi desde donde la vía se trona muy pero muy interesante pues además de estrecharse, la irregularidad del piso es manifiesta ya que en ella se presentan pedregales largos y difíciles en donde las suspensiones y los motores deben trabajar al máximo de sus capacidades y los pilotos poner su destreza a prueba, pero nada fue obstáculo al paso de nuestros tanques rusos los que se portaron a la altura de las condiciones como siempre lo han hecho .Terminada esta parte de ascenso con una última cuesta de esas en las que no puedes ver el camino sino solo el cielo y no sabes que hay después llegamos a la parte plana ,un valle con senderos multi huella entre tierra negra y vegetación de páramo .Un par de kilómetros adelante empatamos con el camino “regula” que viene en forma directa desde Ibarra. Ya por la vía conocida continuamos hacia el próximo destino el caserío de Piñan, nos llamó la atención el incremento inusual del tráfico en ambos sentidos, incluso de vehículos que son todo terreno.
Si bien el caserío no ha cambiado nada desde la última vez que lo visite en el 2010 la carreta clásica y directa estaba algo trabajada y en mejor estado incluso en la zona de las piedras lajas que tantas emociones nos deparó en visitas anteriores.
Y fue de esa manera que la traviesa correspondiente al mes agosto del 2015 termino parcialmente en San Blas, parroquia muy cercana a Urcuqui lugar donde en la práctica comenzó la aventura.
El resto del retorno a casa fue por la Panamericana Norte luego de un almuerzo – cena en Atuntaqui. Un pequeño inconveniente en mi vehículo, que sabíamos iba a aparecer en el asfalto fue por la ruptura de la barra estabilizadora larga del tren posterior del lado derecho, que ocurrió en alguno de los pedregales que cruzamos antes de llegar a Piñanno produjo nada más que un pequeño deslizamiento de la parte posterior del carro al momento de acelerar bruscamente o frenar del mismo modo pero con un poco de tino en pocos kilómetros el fenómeno mecánico fue controlado y el resto del viaje fue muy placentero
En esta ocasión las despedidas fueron singulares Marcelo se despidió en Atuntaqui Gustavo por la radio lo hizo en la zona de Santa Rosad de Cusubamba para tomar la E 35 que le llevaría más pronto a su casa en San Rafael. Con Jorge y Anita Belén nos despedimos así mismo por la radio a nivel de Carapungo pues yo tomé la Simón Bolívar y Jorge seguiría por la Galo Plaza hacia Carcelén
De esta manera culminó con éxito una de las travesías más largas (430 kilómetros) y hermosas en que he participado en toda la vida del club NIVA 4x4 Ecuador.
Oswaldo Gomezjurado B