El 23 de Abril realizamos nuestra travesía mensual al Volcán Casitagua. En esta ocasión conformamos la travesía tres tripulaciones: Pablo con toda su familia incluido David. Arturo junto a Cielito, y Jorge en solitario.
Nuestro encuentro fue en el domicilio de Pablo, a las 10:30 de la
mañana, puesto que esperábamos una travesía fácil, con Pablo haciendo de Jefe de Ruta.
A las 11 partimos con rumbo a la Gasolinera ubicada en la Avenida Manuel
Córdova Galarza donde repostamos combustible y alimentos para nuestro corto
viaje, ya que por la distancia, era una travesía de un día.
Empezamos nuestro viaje hasta llegar a la Escuela de policía General
Alberto Enríquez Gallo, donde curvamos en U para luego empezar nuestro ascenso
al Casitagua.
El Casitagua es un volcán extinto ubicado
a unos 10 kilómetros al norte de Quito, en la línea ecuatorial, con algunas
poblaciones alrededor de su cráter. Su significado es: ‘Monte malo que está
parado'
Nuestro ascenso fue rápido y conocimos el poblado
de Uyachul, quienes realmente tienen una vista privilegiada de Quito.
Luego seguimos avanzando por un camino de segundo
orden donde nos encontramos bastantes motociclistas, uno de ellos familia de
Pablo. Seguimos por el camino que empezó a perder su empedrado y a mostrarnos
un camino que nos hacía pensar en lo interesante que sería llegar al mirador
gracias a las lluvias de los días anteriores.
Pocos metros más allá, empezó la cangagua a
crearnos el ambiente propicio para disfrutar con nuestros Nivas de 150 metros
de diversión. Pablo fue el primero en “jugar” con su Niva intentando de varias
formas, tratar de sobre pasar el primer obstáculo, pero pese a varios intentos debió
permitir el turno a Boris Máximo Meridio, que con Arturo en el volante sobrepaso
el obstáculo, seguido de Jorge y luego Pablo quien logro, ahora sí, sobrepasar
el obstáculo sin problema.
Pero luego debíamos sobrepasar el segundo obstáculo…
que pese a muchos intentos Boris Máximo Meridio no logro superarlo.
En este punto decidimos tratar de ayudar a nuestros
Nivas con el trabajo en equipo, Así que con palas y machete en mano, nos
pusimos a trabajar, con la ayuda de David, Nico, Pablo, Jorge y Arturo
intentamos en algo cimentar el suelo para que los Nivas pudieran subir lo poco
que nos faltaba.
Así que lo intentamos nuevamente, primero Arturo en
Boris Máximo Meridio… Luego yo en Мистер Ад . Lastimosamente no logramos
avanzar…
Por la hora (ya lo habíamos pasado tres horas y
media en el intento) y además que aún debíamos almorzar, decidimos retornar a
buscar un lugar para realizar la parrillada.
Bajamos un par de Kilómetros y encontramos un lugar
muy acogedor donde encendimos el carbón con la ayuda de un nuevo juguete
(literalmente) y compartimos un momento muy ameno mientras disfrutamos de
fiambres, entre garua y garua.
Empezó a obscurecer y sabíamos que debíamos retornar,
sabiendo que no será la última vez que lo visitemos, regresando más temprano y
mejor preparados para llegar a su cumbre.
La travesía del mes de marzo consistía en la obra social,
este año el destino seleccionado fue, el recinto Bellavista de la parroquia San
José de Minas, cantón Quito.
El sábado 25 de marzo alrededor de las 09:00 en la
Universidad de especialidades turísticas, nos fuimos reuniendo los socios
asistentes a la travesía.
Gustavo con José Octavio Pazmiño, ex socio del club, pero
siempre muy colaborador en temas de solidaridad.
Aquiles, Linda y Floppy
Francisco, Gigi y Carlos.
Arturo y la Sra. Cielito.
Jorge en solitario.
Pablo en solitario.
Cerca de las 10 de la mañana, emprendimos ruta hacia Nono,
sin embargo, un poco más delante de la sede del Colegio de Abogados, salimos de
la ruta pavimentada hacia una de tierra que nos conducía hacia Rundunpamba y de
allí hacia la reserva Yanacocha, luego Zuroloma con destino a la Virgen de
Alambi.
En una cuesta, a pocos minutos de la ruta de tierra,
Francisco tuvo un inconveniente y no pudo continuar, por lo que las provisiones
fueron repartidas en los otros Nivas.
Gracias a las lluvias de los días anteriores, el camino se
encontraba en partes con lodo que hacían recordar las travesías de montaña en
donde era la constante.
A la altura de las casas de máquinas del agua potable de
Quito, se nos informó que más adelante la vía había sufrido un derrumbe
producto de las lluvias pero que sin embargo, a esa hora ya debía estar
habilitada, este particular fue comunicado vía radio a todos los tripulantes de
los Nivas y se decidió continuar rumbo a Alambi previo una parada técnica para
revisión y ajuste de fluidos.
Efectivamente unos kilómetros más abajo, se notaba
claramente el derrumbe y las obras de remediación para habilitar la vía, la
cual pudimos sortear sin contratiempos, sin embargo, la mesa de la vía del lado
izquierdo se notaba afectada y en cualquier momento puede generar sorpresas a
los que por ella circulen.
Minutos más tarde, llegamos a Tandayapa, en donde hicimos
una parada para estirar piernas y conversar unos minutos y luego, siguiendo la
ruta del Paraíso del Pescador, salir a la vía la Independencia – Calacalí rumbo
a Nanegalito en donde íbamos a almorzar y Gustavo tenía que tanquear ya que su
Niva contaba con un cuarto de tanque y dos galones prestados por Francisco al
momento de su problema y regreso a Quito.
Ya en Nanegalito, Gustavo se dirigió hacia la estación de
servicio que queda a la entrada de la vía Pacto Gualea y el resto de nosotros
parqueamos los Nivas en el restaurante seleccionado.
Como es tradición, no puede existir travesía en la que no
saquemos a flote nuestras dotes de mecánicos y hagamos algo en alguno de
nuestros vehículos. Esta vez el afortunado fue Pablo y se procedió a ajustar
los tornillos del brazo de suspensión izquierdo que estaban un par de vueltas
flojos.
Luego pudimos degustar de comida típica, sobremesa y una
mega taza de café. Regresamos hacia el camino a Nanegal y continuamos hacia
Palmitopamba, nos acompañaba una leve llovizna. Las situaciones del tráfico eran informadas a la caravana
mediante radio por el líder de la travesía.
Esta ruta, la habíamos tomado en ocasiones anteriores cuando
nos dirigíamos hacia Nangulvi en la provincia de Imbabura.
Kilómetros adelante vimos el letrero que indicaba que el
recinto Bellavista se encontraba a 1.6 Kms, cosa que no es correcta ya que la
distancia es de 6 Kms.
Arribamos al recinto y nos dirigimos hacia el lugar de
acampada que estaba acondicionado listo para nuestro uso, el recorrido total,
fue de 112Kms desde el sector de la Carolina en Quito.
La historia de como dimos con Bellavista empieza semanas
antes, gracias a la investigación y visita de Pablo y Jorge, socios del Club,
quienes destinaron recursos en una avanzada.
Allí se documentó la cantidad de familias y niños en
especial a los cuales los miembros del club luego llevaríamos regalos.
La semana anterior a la travesía se realizó la recolección
de donaciones, confirmación y reparto de éstas entre los socios que asistirían
el 25 de marzo.
Gracias a este trabajo, el día de nuestra llegada, nos
recibieron con todo el cariño que la gente sincera y honesta tiene para brindar
a todos aquellos que vamos de buena fe.
Como anfitrión el Sr. Wilson Mesa, quien puso a disposición
de los asistentes del club, su casa, en especial el baño, y posteriormente nos
brindó un poco del producto que allí se produce.
Luego llegaron varias personas del recinto, encabezados por
el Sr. Aercio Cadena, su presidente, quienes nos dieron la bienvenida
agradeciendo por nuestra presencia y preocupación por los niños y las personas
más necesitadas del lugar.
Procedimos a armar el campamento, cada tripulación armó su
carpa e iba colocando en el lugar designado las provisiones que se iban a
preparar conjuntamente en la noche en un asado.
Las horas fueron pasando y luego de una rica comida y la
tertulia del caso, nos fuimos a dormir.
La madrugada transcurrió entre el sonido de la lluvia sobre
el techo metálico del galpón y los cantos de los gallos del recinto, quienes
desde la una de la mañana se hicieron sentir.
Justo a la hora del desayuno, llego una moradora del sector con una olla llena
de choclos cocinados y un queso de mesa que fueron saboreados y agradecidos por
todos los asistentes del club.
Levantamos el campamento y a las 10:00 AM nos dirigimos
hacia la cancha de futbol del recinto en donde se tenía planificado la entrega
de donaciones y presentes.
Las personas del recinto fueron llegando hasta el lugar y se
procedió al programa, en donde las palabras del Sr presidente encargado del
club (Jorge) y del Sr. Tesorero (Gustavo) transmitieron hacia los pobladores
nuestra trayectoria y motivaciones para la obra social.
Gracias a la coordinación previa, se contaba con un listado
y de manera ordenada se fueron entregando los presentes a los niños y familias
del recinto, así como también a la escuela del recinto.
Luego, se hizo presente la comunidad por intermedio del Sr
Aercio en donde nos dieron su agradecimiento y adicionalmente nos brindaron una
muestra de su cariño en forma de productos que ellos cosechan, como plátanos
verdes y maduros, naranjas, limones, yuca, badeas, cañas de azúcar, plantas ornamentales.
Todo esto fue más que bien recibido y agradecido por parte del Club valorando
de extrema manera el gesto y recalcando que con un gracias o Dios le pague ya
nos dábamos pro satisfechos.
Aún faltaba algo que hacer en el recinto y era la visita a
la cascada, en formación, los Nivas nos dirigimos por un estrecho camino a un
par de kilómetros del lugar de acampada, allí nos esperaba ya Don Aercio con su
familia, quienes nos tenían una sorpresa, ya que habían adecuado una especie de
piscina al final de la cascada del rio Espejo.
Lamentablemente la naturaleza hizo su trabajo y minutos
después de nuestra llegada, el rio reclamó su cauce original y desapareció la
piscina.
Arturo, el espíritu joven del Club, no perdió tiempo y con
la guía de don Aercio se dispuso a disfrutar de las sensaciones y emociones de
la cascada las cuales luego con todo el entusiasmo del momento convenció a
Pablo y a Gustavo para que vivan la misma experiencia.
Luego de unos minutos nos despedimos de las maravillosas
personas del recinto y emprendimos el viaje de retorno, que como ocurre
siempre, dio la impresión de ser más rápido.
En Nanegalito, procedimos a almorzar y a repartir entre
todos los Nivas asistentes los productos que nos dieron en Bellavista.
Luego, el regreso a Quito transcurrió sin incidentes aunque
la velocidad de retorno no era muy alta pero si constante por lo que llegamos a
la mitad del mundo en menos de una hora, procedimos a despedirnos y cada uno de
nosotros tomo rumbo hacia su respectivo hogar con la satisfacción de la meta
cumplida.
Hay que agradecer a todas las personas que nos apoyaron con
sus donaciones, en especial a Cristian Carvajal, Carlos Vasquez, José Octavio
Pazmiño, Francisco Jácome y familia y a todos y cada uno de los que nos
colaboraron para el éxito de esta travesía.
Los días 28 y 29 de enero se realizó con éxito
la primera travesía del año organizada por Pablo Aldás cómo consta en actas. El
destino fue la HACIENDA NIEBLI DE MONJAS en el cráter del Pululahua.
INTEGRANTES:
Pablo Aldás y la pequeña Martina (jefe de
ruta)
Arturo Cabrera.
Gustavo Vaca.
Francisco Jácome.
Jorge Ortiz.
A las 13h del día
28 se dio en encuentro de los asistentes en el punto indicado, con todos
reunidos iniciamos la travesía tomando la vía a Nono hasta llegar al desvío a
Yanacocha por dónde tomamos una ruta alterna.
Continuamos la ruta
por un camino polvoriento, pero de paisajes espectaculares. Después el clima
cambio mientras seguíamos subiendo por las faldas del Pichincha hasta llegar a
una estación de la Empresa de Agua Potable dónde había neblina y hacía frío.
Nos detuvimos por una parada técnica donde aprovechamos para abrigarnos con una
copa.
Continuamos la ruta
ya de bajada contemplando espectaculares paisajes de parcelas de cultivos bien
organizadas. La ruta nos llevó a un lugar más delante de Nono, en Nono
aprovechamos para almorzar y continuar la ruta de salida a la carretera
principal pavimentada hacia Yunguilla.
.
Con lluvia y
faltando un kilómetro para llegar a Yunguilla nos desviamos por un camino
estrecho, con varios derrumbes y lodo, nada que nuestros todoterrenos puedan
sortear.
Después de 40
minutos de camino llegamos a la localidad de Niebli dónde tenían fiestas de
virgen de pueblo. Avanzamos un poco más hasta llegar a la Hacienda Niebli de Monjas,
eran las 19h y persistía la lluvia.
La dueña de la
hacienda nos atendió de la manera mas amable y nos organizó en camping
ubicándonos en un lugar privilegiado. Después de organizar las carpas
procedimos a encender la fogata como es de costumbre y a pasar un momento ameno
con todos los integrantes, disfrutando de un asado a cargo de Jorge Ortiz y
varias bebidas, siendo las 2am fuimos a descansar.
Al día siguiente,
temprano desayunamos cada uno y fuimos al tour por la Hacienda que muy
amablemente nos guiaron, haciéndonos conocer la historia, acontecimientos
importantes y la infraestructura de la misma, cabe recalcar la buena atención
de los dueños y empleados. Un sitio muy agradable, lleno de mucha historia.
Nuestro amigo y
compañero Cristian y su familia llegaron para unirse a la travesía.
Después del tour
por la hacienda compartimos un grato momento en compañía de los dueños de la
hacienda que muy amablemente nos atendieron.
Siendo las 12h nos preparamos
para el retorno, levantando el campamento.
Nos dirigimos a la
localidad de Niebli dónde avanzamos por el cráter y la salida a Calacali.
Llegamos a la mitad del mundo y almorzamos en un típico restaurante del lugar,
después de almorzar fue la despedida oficial.
Felices por llevar
a cabo la travesía sin novedades y esperando reunirnos pronto, será hasta la
próxima aventura. Un abrazo