miércoles, 25 de julio de 2012

Primer Encuentro Nivero Ecuatoriano

El primer encuentro de Niveros del Ecuador fue todo un éxito y se llevo a cabo el Domingo 22 de Julio de 2012 con una concurrida asistencia. La idea la tuvo Gustavo Vaca quien la expuso en el seno del Club Niva del Ecuador quien movió su contingente humano y tecnológico para promover este evento. Muchas personas se comunicaron pidiendo información sobre el Encuentro pero finalmente se inscribieron doce.

Desde las 8am del Domingo se empezaron a reunir los Niveros en el norte de la capital ecuatoriana, todos entusiastas del evento con sus tanques rusos bien lavados y acicalados para el evento. Los pilotos de los NIVAS constan en la siguiente lista:
SOCIOS DEL CLUB NIVA:

Cristian Carvajal, Gustavo Vaca, Fernando Bastidas, Charlie Vásquez, Gaby Bedoya, Beyo Ochoa, y Vinicio Cevallos, quien esperaba ser bautizado como miembro del Club.
NIVEROS INSCRITOS:

Fernando Cabrera, Ernesto Álvarez, Gustavo Terán, Roberto Almeida (vino desde Ambato), Alex Encalada, Danilo Ojeda, Polivio Zurita, Agustín Torres, Cristian Torres, Gabriel Montufar, Pablo Malla y Mario Cedeño (vino desde Santo Domingo de los Tsachilas).
Una vez completo el grupo nos enrumbamos por la Panamericana norte hasta la población de Tabacundo, en donde hicimos una parada técnica para comprar provisiones. En este lugar Cristian Carvajal y Gustavo Vaca dieron la bienvenida al grupo de inscritos y dieron normas de seguridad para el manejo en ruta lastrada. En este punto también se unió a la caravana un Land Rover, propiedad de un amigo de Vinicio Cevallos, que fue nuestro guía en el descenso.

El grupo había transitado unos dos kilómetros vía al páramo cuando nos topamos con un grupo grande de caballos que nos acompañaron por unos metros, la subida se hacía cada vez mas empinada y el Land Rover empezó a frenar el grupo ya que no enclavo los candados de la doble tracción. Algunos Niveros experimentaron sobrecalentamiento en sus motores que fueron resueltos por Beyo Ochoa, Fernando Bastidas y Gustavo Vaca.
Llegamos a la cota de 4000 metros sobre el nivel del mar e hicimos una parada para tomar una panorámica de los 17 nivas con el fondo de las lagunas de Mojanda. Empezamos a descender, buscando un lugar propicio para estacionar nuestros tanques rusos, departir en el almuerzo y bautizar al nuevo socio.

Cada Niva se ubicó en una larga recta frente a la laguna para la foto oficial y luego cada tripulación disfrutó de tiempo libre para almorzar y contemplar la majestuosidad de la Laguna Grande de Mojanda. Los socios del Club mientras tanto recorrieron la caravana colocando el sticker oficial del Encuentro y documentando el evento. Se reunió a todos los asistentes para el Bautizo de Vinicio Cevallos a cargo de su padrino Fernando Bastidas, siempre este acto resulta emotivo. Ante los aplausos de los asistentes se procedió a poner los stickers oficiales del Club en el NIVA de Vinicio.
Toda vez terminados los festejos en honor a Vinicio y a la camaradería nivera emprendemos el retorno a Quito, ahora por la Ruta de Malchinguí.

Mantenemos el mismo orden de los vehículos salvo por un land rover (amigo de Vinicio)  que ahora de puntero nos sirve de Guía y a la cola Fernando en reemplazo de Charlie quién debió ausentarse por asuntos académicos.
Transcurren escasos metros cuando encontramos nuestro primer obstáculo, un Tucson que con la llanta delantera destrozada nos impide el paso, inmediatamente ponemos manos a la obra. Se trata de levantar el vehículo en un terreno dónde es difícil encontrar puntos de apoyo, un compañero nivero nos facilita una gata de lagarto con lo que se facilita el proceso, Beyo apoya con el cambio de llanta y en pocos minutos el vehículo vuelve a estar operativo, sin embargo, la llanta colocada no le permite traccionar adecuadamente por lo que prestos le damos un empujoncito para facilitar su caminar.

Continuamos, con un breve patinaje de uno de los 3 últimos nivas, la cosa se pone interesante, el terreno es harto sinuoso y la caravana se encuentra dilatada… Hay problemas de comunicación entre los que tenemos radio y muy poco o nada puedo escucharle a Gustavo (el Niva más próximo con radio). Nos detenemos, se trata de un estrecho por el cual el niva debe pasar muy cerca del límite de inclinación Beyo como siempre dirige las acciones y nos recomienda el camino a seguir, hay que ser cuidadosos para no maltratar demasiado la suspensión y asegurar el paso de todo el grupo. Pasa mi niva y todos los vehículos en ruta.
El camino continúa, apenas logro escuchar a Cristhian por la radio diciendo que hay algo de lluvia y que con éstas condiciones el agua nos puede hacer pasar duros momentos, sin embargo la amenaza se disipa y nos vuelve a acompañar un radiante sol.

Nos volvemos a juntar a la caravana ésta vez otro estrecho algo sinuoso requiere de dominio de los impulsos del conductor, se trata de pasar un terreno con depresiones a ambos lados. Para lograrlo el conductor debe abstenerse de frenar aun cuando sienta que el vehículo se balancea duramente. La mayoría de los niveros lo logra sin contratiempos, nuevamente al pasar el último niva seguimos en ruta.
Siguiente obstáculo: La caravana se compacta de nuevo, Vinicio nos pide por radio que todos los niveros nos acerquemos a colaborar para mover una camioneta que nos impide el paso. En efecto, una mazda no logró superar la pendiente y se quedó en la mitad del camino!

El propietario se marcha hacía 2 horas de nuestra llegada en busca de ayuda y se lleva las llaves del vehículo consigo. Hasta ahí el escenario no es nada alentador, pero como dice la canción las hormigas juntas puede contra cualquier elefante, así que manos a la obra.
Se trata ahora de darnos espacio para pasar, lo que hicimos fue entre todos (y con todos me refiero a que cada nivero de una u otra manera colaboró con la causa) mover a la camioneta bloqueada y sin colaboración de sus ocupantes, los mismos que no bajaron del vehículo durante todo este proceso. Para moverla nos valimos en principio de la fuerza física conjunta de los niveros. De a poquito la fuimos empujando, los ocupantes beligerantes nos acusaban de causar daños al vehículo, cosa que en todo momento evitamos. En un instante un nivero hace un mal punto de apoyo y hunde un poco una de las latas de la camioneta, se nos acusa de haberla destruido. Gustavo y Cristhian llaman a la calma y piden a uno de los ocupantes que colabore con nosotros y que de idéntica manera nosotros colaboraremos con ellos para ayudarles a salir del impase. Cuarenta minutos después y con la intervención de palas, high lift, hacha, machete y mucho trabajo de equipo logramos hacernos paso.

Regreso a mi vehículo listo para emprender el camino cuando veo que se acerca el dueño de la camioneta conversando con una de las ocupantes (la señorita que no se bajo del balde mientras la cargábamos) la misma que le informa acerca de “todo lo que le han dañado éstos al carrito”. Al propietario se le fue la perspectiva, en momentos estuvo intentando tomar del brazo a Beyo para increparle por lo acontecido. Gustavo inmediatamente le conmina a la calma, le repite lo dicho antes: “Nosotros te queremos ayudar” a lo que el propietario contesta que le hemos destruido su carro, que ese hundido (no mayor a 15 cm en diámetro) necesita de una reparación completa de la camioneta y que le debemos pagar, epítetos de por medio insiste en que se le pague. Gustavo le paga, pero ante tal actitud nosotros no le podemos ayudar, sencillamente no quiere nuestra ayuda para salir, quiere nuestro dinero. La cabeza caliente del muchacho le ha costado verse atrapado en una situación por lo menos complicada. Nosotros avanzamos.
Nos queda mucho camino por recorrer y las horas de luz cada vez son menos, atravesamos caminos pedregosos y polvorientos, hasta llegar a una ladera… Los nivas al borde de un despeñadero de no menos de 70 metros tenemos a nuestra derecha un ocaso espectacular.

Llegamos a Malchinguí, mucho polvo y muy poca información acerca de cómo salir nos llevan a unas calles que ponen a prueba la fiabilidad de nuestras suspensiones y de nuestros riñones, al menos un kilómetro y medio de fuerte vibración y las luces de media comienzan a encenderse. Siendo las 18:50 estamos extraviados, cuatro de los nivas se han adelantado y quedaron fuera del alcance en la radio, seguimos las indicaciones de un taxista del lugar y alcanzamos la carretera asfaltada, a partir de aquí Gustavo guía a la caravana.
En contados minutos y ya en completa noche llegamos a Guayllabamba, se pronostica un tráfico complicado para la entrada a Quito y se decide realizar la despedida en la gasolinera más cercana.

Nos reunimos, nos agradecemos, nos reconocemos niveros y con los brazos cansados estrechamos las manos de buenos amigos, de camaradas y compañeros de ruta con los que esperamos en el futuro seguir compartiendo kilómetros de piedras, polvo, lodo y Nivas.
Hasta pronto!


Mas fotos en nuestro perfil Facebook.

lunes, 23 de julio de 2012

Bautizo de Vinicio Cevallos

El Primer Encuentro Nivero Ecuatoriano fue el marco perfecto para el bautizo de Vinicio Cevallos y por lo tanto su ingreso al Club Niva del Ecuador.

Vinicio completo el proceso para ser miembro del Club y en el conclave los socios votaron de manera abrumadora para su ingreso. Su padrino Fernando Bastidas lo bautizo como se debe con cerveza.

Le auguramos una larga estadia en el Club a Vinicio y a su familia!

lunes, 9 de julio de 2012

Encuentro Nivero Ecuatoriano

El Club Niva del Ecuador invita a todos los propietarios de NIVA al Encuentro Nivero Ecuatoriano, a realizarse el domingo 22 de julio. Para información comunicarse a info@clubnivaecuador.com o clubnivaecuador@yahoo.com