lunes, 3 de febrero de 2014

Travesia de Enero 2014, Recinto Playones

El pasado sábado 25 de enero del 2014 realizamos la primera travesía del año en curso que como es ya costumbre realizamos la obra social anual, en esta ocasión nos dirigimos hacia la provincia de Manabí al cantón Flavio Alfaro a una población cercana llamada Playones. Salimos de Quito a las 7de la mañana desde Tambillo donde fue nuestro punto de encuentro ya con nuestros tanques llenos de las donaciones de ropa, comida y juguetes. 

A la cabeza iba Jorge acompañado de Niva (la mascota del club), Gustavo Vaca en solitario, Oswaldo GomezJurado en solitario, Eduardo Díaz y su hijo José Miguel (Niveros de Corazón) y Cristhian Carvajal con su novia Carmen Lozano. Nuestro recorrido fue por carretera asfaltada bajando la cordillera hacia Santo Domingo con mucho tráfico pesado como es de costumbre ya que es una de las principales vías del Ecuador. Luego de un poco más de 3 horas llegamos a El Carmen la primera población de la provincia de Manabí, ahí Jorge nos llevó donde su ¨madrina¨ para degustar un típico seco manaba con su correspondiente Everest de arroz con
carne pollo o pescado con esa rica sazón costeña. Luego de suculento menú nos enrumbamos nuevamente hacia nuestro destino. 

Cerca de las 13:00 horas llegamos a Flavio Alfaro sin ningún problema y listos para dirigirnos hacia Playones. El camino comenzó siendo de 2do orden para luego pasar a ser de 3er orden (2km) donde cruzamos pequeños esteros y zonas de fango arcilloso que para los Nivas eso es pan comido (sin lluvia). Luego de 20 minutos llegamos a la escuelita del caserío donde nos recibió el encargado Don Geno Cedeño y nos abrió las puertas para poder estacionarnos y organizarnos. Luego de unos minutos de descanso y refrescarnos por el intenso calor la gente del caserío fue llegando poco a poco y se fueron ubicando en una de las aulas mientras tanto nosotros descargábamos los Nivas llevando las cosas a dicha aula. Previamente días atrás ya teníamos una lista de los niñ@s de la escuelita con el respectivo número de miembros de familia que en total fueron 42 familias. 

El Presidente del Club Oswaldo brindo unas cálidas palabras a toda la gente dándoles a conocer quiénes somos y a que fuimos hacia su recinto. La entrega comenzó con muchos snacks (donados por Jobany de parte de Inalecsa) repartidos hacia todos los asistentes dando prioridad a los niñ@s. Luego fue el turno de entrega de las fundas con la ropa gentilmente donada para esto la gente se formó y muy ordenadamente fueron recibiendo su regalo y ya con eso en sus lugares era el turno de la entrega de los juguetes y el sorteo de una bicicleta que luego de var

ias vueltas para que adivinen el número se la llevo el niño por coincidencia vestido de camisa y pantalón elegante, para dicha entrega dividimos a niños de lado izquierdo y niñas de lado derecho teníamos tantos juguetes que
los 
niñ@s lograron coger muchos y ver su cara de alegría es lo mejor del mundo. Bueno era el turno de donar algo a la escuelita y como es de costumbre nuestra donamos dos botiquines completos más cuadernos y un balón (entregado por error por Carmen a un niño que... bueno eso es otra historia) para que jueguen futbol todos losniñ@s

Ya terminada la donación la gente empezó a retirarse y nosotros a pensar donde hacíamos el campamento, para esto Don Geno muy cordialmente nos invitó a su humilde hogar a almorzar (seguíamos llenos por la comida en El Carmen) y bueno otro Everest de arroz acompañado de una deliciosa gallina de campo recién matadita, disculpándonos ante todo no pudimos comernos toda la suculenta comida, salimos de la casa de Don Geno y fuimos para el campamento y descansar un poco ya eran casi las 17:00 horas. Yo salí con Carmen hacia Flavio Alfaro a realizar unas compras de ciertos implementos que nos hacían falta y a mi regreso comenzó la lluvia que en la costa es muy fuerte y constante. 

Nos pusimos bajo buen recaudo y comenzamos la tertulia acompañada de unos buenos licores y más tarde nuestra acostumbrada fogata. Viendo que la lluvia era más fuerte le pedimos a Don Geno que nos facilite un aula para hacer ahí nuestra zona de camping. Bueno pasaron las horas y entre conversa y conversa nos dieron casi las 2:00 a.m. y nos retiramos a descansar pensando que nuestro camino de regreso seria largo y fangoso. 

A la mañana siguiente ya bien descansados y desayunados por nuestra cuenta nuevamente Don Geno nos invitó a su casa a desayunar (segunda vez) bueno el menú fue leche recién ordeñada queso manaba mantequilla recién hecha y el Everest de arroz, obviamente no todos comimos
lamentablemente por el primer desayuno. Ya listos para nuestro regreso yo iba de puntero para ver el estado del camino y ni bien salimos al camino ya el fango hizo su tarea y el camino estaba muy resbaloso todos regresaron a poner cadenas en sus llantas y yo me arriesgue a pasar la única parte difícil del camino donde al lado izquierdo estaba una zanja de 2 metros de profundidad y al lado derecho una poza de agua grande de 1 metro de profundidad, este paso en seco fue un poco complicado ya que el camino era del ancho exacto del niva y la llovido y con lodo obviamente muy complicado entonces decidí pasar muy despacio tratando de ir más hacia la derecha pero el fango pudo más y me envió directo a la poza de agua. Bueno ya para poder salir de ahí hice uso de la wincha colocando una eslinga en un poste cercano y enganchado el cable logre salir gracias a eso y al poder del Nivita, para eso la lluvia se hizo presente muy fuerte haciendo que el camino en esa parte se torne intransitable. Bueno fui a pie hacia donde estaban todos poniendo cadenas y les comente sobre el estado del camino y Oswaldo fue el siguiente en pasar pero pensando que las cadenas ayudarían no fue así y le envió a la misma poza de agua y ahí comenzó la ardua tarea de sacarlo de ahí ya que tras varios intentos con la wincha y halándolo fue imposible el Niva fue tragado su lado derecho por esa arcilla expansiva, el trabajo fue muy duro y difícil llego más gente del recinto a ayudarnos a sacarlo y con mucho esfuerzo y luego de más de 2 horas logro salir en Nivita de Oswaldo para esto ya la lluvia había cesado y el camino se secó un poco y así se logró arreglarlo de tal forma que puedan pasar el resto de
Nivas sin el peligro de caer a la zanja o a la poza de agua, pasado este inconveniente el resto del camino fue muy fácil para los tanques y así llegamos al inicio del camino de 3er orden donde todos nos bajamos a lavarnos en un pequeño estero y a retirar las cadenas. Ya habiendo hecho esto y siendo ya las 13:00 horas emprendimos el viaje de regreso el cual decidimos hacerlo sin paradas más que las necesarias. 

Eduardo decidió adelantarse a la caravana ya que sufrió un daño en las plumas de su tanque y no quería que la lluvia sea una molestia. Ya pasando Santo Domingo comenzó un problema más era el tráfico que había en toda la vía donde hubo momentos en que la carretera se cerró y la fila de autos era interminable, nos comunicábamos vía celular con Eduardo y nos decía que la para es porque mucho más arriba hay unos camiones con carga ancha que ocupaban prácticamente casi toda la vía esto se mantuvo hasta la población de Tandapi a un poco más de 1 hora de la entrada a Quito, una vez superado esto y ya siendo las 19:00 horas Eduardo se comunica con nosotros para avisarnos que hay otra parada de tráfico en Tandapi por un accidente de tránsito muy fuerte así que una vez que llegamos a ese punto y viendo los kilómetros interminables de autos hicimos una rápida reunión donde decidimos ir hasta Machachi y tomar la ruta de ascenso al Cotopaxi para luego bajar por Enkador y llegar a Salgolqui. Aquí comenzaba sin querer una nueva travesía ya que veníamos desde 200 m.s.n.m. y ascendimos hasta los 3800 m.s.n.m. en un mismo día. Bueno el camino en su mayor parte es lastrado y empedrado pero ya arriba estaba lleno de huecos y un poco de lodo producto del aguacero que estaba pegando y obviamente el frio, luego de más de 1 hora de ascenso llegamos a la entrada al Parque Nacional Cotopaxi y tomamos la ruta hacia Salgolqui ya muy cansados por la larga ruta nuestro puntero Oswaldo equivoca el camino de descenso y bueno se nos alargó un poco más pero logramos llegar a nuestro destino siendo las 23:00. Notablemente cansados nos despedimos para dirigirnos a nuestros respectivos hogares.

 
Esta travesía fue una de las más difíciles y largas que hemos tenido pero nuestra fortaleza y compañía es algo muy importante siempre y si a esto le sumamos la dureza, fiabilidad y robustez de nuestros Nivas hacen que seamos un gran Club.

 

Cristhian Carvajal

Vicepresidente

Club Niva Ecuador