
Según lo planificado en la reunión mensual, la travesía se llevó a cabo el día domingo 22 de marzo con destino la laguna de Santo Domingo en el sector del Cotopaxi.Los nivas fuimos llegando al punto de encuentro de una manera puntual, de todos los confirmados, dos tripulaciones no pudieron asistir a la travesía. Salimos alrededor de las 8 am en el siguiente orden, Gustavo Vaca acompañado por Charlie Vásquez y Gaby como líder de la caravana, después Jorge Ortiz y Ana Belen, seguidos de José Octavio y María Elena, después Linda, Aquiles, con sus 2 angelitos, a continuación, Jobanny con sus tres hijos, Marcelo y Matthew Baquero, Eduardo Díaz y José Miguel y cerrando la caravana, el niva presidencial con Oswaldo GomezJurado y Silvana.
Tomamos rumbo a Selva Alegre, sin embargo en el redondel tomamos a la derecha y por los radios teníamos una conversación preguntando si Gustavo llevaría el carbón, en el siguiente semáforo Gustavo da un giro en U y todos asumimos que se olvidó el carbón y procedimos a parquearnos a un costado a esperarlo, total, no se olvidó el carbón si no que tomó la ruta equivocada y eso era lo que trataba de corregir, pero al no informar al resto de la caravana, nosotros asumimos otra cosa. Luego de unos minutos y con la ayuda de
los radios se corrigió el problema y continuamos por el camino correcto.
En Selva Alegre, se realizó una parada para completar los abastecimientos de las tripulaciones, algunos incluso realizaron las compras de la semana ya que al parecer aún en ese lugar no se aplican las salva guardias del caso ;)

La travesía continúo por un camino empedrado y luego lastrado, después de 2 horas de viaje sin novedades llegamos a la puerta norte de control en la entrada norte del Cotopaxi, allí nos pidieron nuestros números de cédulas y proseguimos hacia la izquierda con rumbo a la laguna.
El paisaje fue cambiando, tornándose más volcánico y con menos vegetación, se podía divisar ganado vacuno a los lados del camino, encontramos cochas de agua producto de las lluvias de los días anteriores las cuales fueron aprovechadas por cada uno de los nivas.
Realizamos una parada para realizar una corrección en la ruta y posteriormente llegamos a un gran paso de agua, que inicialmente no se podía estimar su profundidad por lo que el líder de la caravana se detuvo y comenzó a evaluar alternativas para cruzarlo, sin embargo como es característico cuando hay grupos siempre existen los arriesgados los que confiados en sus vehículos, habilidades, en el resto del equipo o en alguna clase de poder superior decidió cruzar ante la expectativa de todos.
Jorge, comenzó el cruce decidido y a velocidad moderada y sin ningún inconveniente, no es que fuera fácil pero tampoco era imposible, el nivel de vadeo del niva era justo el necesario para no comprometer ningún equipo vital del vehículo, posteriormente el resto de vehículos realizamos el mismo cruce disfrutándolo al máximo.

El viernes anterior los técnicos del INAMHI, habían pronosticado lluvias continuas durante el fin de semana, eso a los que vivimos en Quito significaba que íbamos a tener buen clima, ya que los técnicos rara vez aciertan, y esta vez no fue la excepción, el clima durante la travesía sin llegar a ser maravilloso no fue malo, sin embargo el Cotopaxi lucía nublado y cada vez más se iba concentrando la lluvia en la parte baja por lo que en un par de horas era probable una lluvia.

Paralelamente Oswaldo hacía gala de su nuevo juguete para la travesía, un toldo hecho a la medida de su niva que se extendía por la parrilla del vehículo, el portón trasero y sobresalía un par de metros, al cual le dedicamos unos cuantos minutos de elogios y sugerencias de posibles mejoras.
El tiempo fue transcurriendo entre muestras de camaradería y picando la comida que la parrilla iba ya dejando lista.
Fuimos visitados por un par de funcionarios del Ministerio del Ambiente, quienes (a su manera) nos indicaron que debíamos mover los nivas de donde se encontraban a otro lugar y que tampoco se debía prender la fogata en ese sitio, accedimos a mover los autos y respecto a la fogata les indicamos que utilizamos el sitio que estaba ya marcado en el lugar tanto por las piedras circundantes como por las cenizas resultantes de innumerables fogatas anteriores, además que en ningún letrero de los que se encuentran cerca de la laguna se menciona absolutamente nada al respecto.

Mientras tanto la lluvia muy fuerte empezó por lo que algunos se refugiaron en sus vehículos, otros en el toldo presidencial que si bien es cierto demostró que en algo podía ayudar no fue del todo cierto ya que se quedó corto para la cantidad de personas que estábamos allí.
En un momento de tregua de la lluvia, procedimos a desarmar el campamento y empezar el retorno, esta vez con Oswaldo a la cabeza y Gustavo en la cola, el resto mantuvimos posiciones.
Llegamos a las pozas de agua y ya con más confianza procedimos a cruzarlas, no sin antes notar que su nivel de agua había subido producto de la lluvia.

Luego de esta parada procedimos hasta la puerta de entrada norte (16:05) al parque en donde se decidió tomar el camino hacia Machachi y posteriormente a Quito.
Durante el trayecto a Machachi, Gustavo perdió una de sus antenas de radio, siendo ésta la única novedad seria durante la travesía, nos tomamos las fotos de despedida y cada quien se dirigió a su casa con la satisfacción de una travesía muy agradable.
Saludos
Aquiles