jueves, 2 de abril de 2009

LAGUNA DE SANTO DOMINGO, PARQUE NACIONAL COTOPAXI



Las tripulaciones:
· Alvaro y Gustavo,
· Oswaldo y Jaime,
· Cristian y Lorena.
· Edison, Carmita y Gaby,
· Eduardo, Yesennia y Jorge.
· Y el solitario AQUILES.


A eso de las ocho menos cuarto, Gustavo, Eduardo, Oswaldo y Jaime, habían madrugado a poner apunto el Niva presidencial, pues la bola de tiro que tiene ese vehículo era mucho más grande de lo que se necesitaba, razón por la que cuando yo llegué a eso de las 08h15 del sábado 28 de marzo, encontré a los antes mencionados invistas, entrándole duro a la mecánica para poder llevar el remolque de Eduardo a la travesía del fin de semana, la misma que se planificó, en conmemoración del tercer año del CLUB NIVA 4x4 ECUADOR.

Conforme pasaban los minutos los niveros que habían confirmado su presencia llegaban al lugar de reunión (casa de Gustavo). En esta ocasión teníamos estábamos de estreno, pues ya teníamos listas la imagen que representará al club de ahora en más. Los vehículos que se eligieron dedocráticamente fue el del Presidente vitalicio y de quien les habla, pues como ya es costumbre, de manera dedocrática, iría una vez más a la cabeza del grupo. No sin antes torcer el rumbo en dos ocasiones, claro está por una falla en la comunicación con mi nuevo copiloto. Cosa que le puso más sabor a la travesía.

Salimos del valle de los Chillos, vía a la fábrica de ENCADOR, para tomar la vía que va junto al río Pita.
De lo que yo había recorrido esa vía algunos años antes, se podía ver que estaba mantenida bastante bien, pues el empedrado ahora existía, a pesar que habían pequeños huecos, fáciles de sortear, lo difícil por otro lado fue sortear a los animales motorizados, pues son gentes que abusan de la marca de vehículo que manejan o del conocimiento de la vía.

Algunos kilómetros recorridos de la ruta, por cuestiones de logística, Oswaldo pasó a la cabeza, pues necesitábamos ver como saltaba el trailer de Eduardo Díaz por la sinuosa y pedregosa vía. Mientras recorríamos esos caminos de tercera, porque en cuarta velocidad no alcanzaba las revoluciones del vehículo, de a poco fue desapareciendo el empedrado y el camino se tornó en lastre con sus pequeños huecos y charcos. Desde el valle de los Chillos que está a unos 2500 m. paulatinamente fuimos ascendiendo poco a poco hasta los 3500 msnm. El punto más alto que fue el parqueadero del refugio del volcán Cotopaxi.

Esta ruta no presenta tramos difíciles, pero en cambio nos lleva por parajes de serranía muy bonitos, con pequeños saltos de agua y vegetación tipo chaparro (bosque húmedo andino), hasta llegar al Parque Nacional Cotopaxi. En la ruta que seguimos en esta ocasión, hay que tener cuidado porque, es frecuente encontrarse con ciclistas nacionales y extranjeros que la utilizan en los paseos organizados por las operadoras de turismo que explotan esta ruta.

Luego de pasar por la primera puerta al llegar al Agua Potable y ser registrados en dicho sector, nos encontramos con un poco de tráfico. La vegetación cambió por los tradicionales pinos del parque Nacional Cotopaxi, que fueron introducidos a finales de los años 60 y 70.

Cuando por fin llegamos a la entrada del Parque Nacional Cotopaxi, nos topamos con la ingrata noticia que por acampar en el parque teníamos que pagar un adicional por persona y que al lugar al que íbamos, ya ni siquiera existía la choza que hace algunos años habíamos ocupado en otro paseo del grupo. Luego de discutir con el encargado de la entrada norte del parque, quien demostró una falta increíble de educación y tino para tratar al turista nacional y su negativa de extender factura, tal como lo exige el reglamento de facturación del país, pudimos ingresar al parque con un mal sabor de boca.

Para este momento Cristian Carvajal, que hacía su viaje inaugural con su radio de 11 metros, ya había perdido una de las dos antenas, debut y despedida. Regreso tanto como pudo, pero se perdió sin remedio. En la espera nos llovió y por ello no sabíamos en que condiciones nos tocaría levantar el campamento.

Tuvimos suerte de toparnos con caballos salvajes, ganado vacuno del sector y sobre todo unas 100 o talvez 200 llamas.
La temperatura gracias a la lluvia en cuestión de minutos bajó drásticamente.

Cuando por fin llegamos al sector en donde teníamos programado levantar el campamento, ya había dejado de llover. Las cosas se facilitaron, el campamento se levantó muy pronto y en pocos minutos nos dispusimos a preparar el asado que ya es tradicional en los aniversarios del CLUB NIVA 4X4 ECUADOR.

El clima nos ayudo con el festejo. Las palabras tanto de nuestro líder vitalicio, avivó los deseos de muchos para arengar por los tres años de nuestra agrupación, incluso nuestro vicepresidente, nos dedico unas palabras. Cabe hacer un reconocimiento muy especial a Gustavo Vaca y Eduardo Díaz, por las provisiones para la parrillada. Señores se lucieron una vez más.

Luego de una larga sobremesa el grupo decidió dar una vuelta reconociendo el lugar, por ello rodeamos la laguna de Santo Domingo, admirando la belleza del lugar, su fauna y flora. Una vez que terminamos el paseo, nos dirigimos rápidamente a pender la fogata pues la temperatura nos sorprendió pues bajo bruscamente y sin pensarlo en minutos, incluso la lluvia nos acompañó e hizo que cada uno de los campistas vaya a sus respectivas carpas antes de lo acostumbrado.

La mañana siguiente, muy temprano nos dedicamos cada uno a lo suyo, preparar el desayuno, levantar el campamento y arreglar las cosas para el retorno, no sin antes hacer una visita al refugio del Cotopaxi.

Ya camino a casa, por la misma vía, nos topamos con otro grupo de ciclistas que luchaban por abrirse paso por entre la caravana nivística. Y así llegamos al valle de los Chillos en donde cada uno luego de despedirnos regresamos a casita a descansar y descargar el auto para una nueva semana de labores.

Mas fotos en nuestro fotoblog.
Sin más por el momento, hasta la próxima.













Alvaro Izurieta Cassola.

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