Mojanda - Laguna Colorada

La travesía correspondiente al mes de julio del 2011 se la había planificado por solicitud del Sr Vicepresidente del club para el 23 y 24 de julio, teniendo como punto de encuentro la gasolinera de Oyocoto a las 8:00AM.
El grupo confirmado empezó a llegar pasadas las 8:30 y decidimos salir a las 9:00 cuando se nos unió Eduardo Diaz, quedando pendiente de encuentro la Familia Mora-Bowen Ochoa a quienes encontraríamos en el redondel de Guayllabamba, una vez completos los Nivas las tripulaciones quedamos de la siguiente manera y orden:
1. Aquiles y Joel Zurita a la cabeza.
2. Francisco Jácome y su Padre.
3. Ruben Mora-Bowen y su familia (completitos)
4. Beyo y Mateo Ochoa.
5. Eduardio Diaz e hijos.
Proseguimos en ruta hasta Tabacundo en donde conseguimos leña (supuestamente seca) y tomamos el desvio hacia Mojanda.
Una vez en el desvio a Mojanda empezamos la subida en la cual se aprecia el cambio de vegetación y las condiciones del terreno las cuales mezcladas con las habilidades del Beyo hicieron que las dos carretillas de leña se vayan disminuyendo considerablemente haciendo necesarias unas cuantas paradas para ajuste de la carga.
Conforme ibamos ascendiendo, ibamos admirando los paisajes de nuestra serranía, hasta que luego de una curva vimos al fin las dos lagunas, recordé que en una travesía anterior Alvaro rompió alli su amortiguador, luego de un corto descenso nos encaminamos de una al otro extremo de la laguna grande en donde encontraríamos a nuestro guia, no sin antes recordar aquellas 6 horas que nos demoramos en cruzar un tramo que en esta ocasión lo ibamos a hacer de dia y con la esperanza de encontrar y no encontrar mucho lodo.

Una vez alli en la zanja en cuestion se pudo observar que si bien es cierto habia una ruta alternativa, nuestro espiritu de aventura nos empujaba a atravesarla, contabamos con la fortuna de un buen clima, una hora adecuada, equipo suficiente y los mas importante, el entusiasmo y decisión de todos de intentar el cruce.
Yo crucé primero, y gracias a la ayuda de mis llantas (militares 600x16) lo pude hacer sin mayores inconvenientes, de alli lo hizo Francisco y en el orden que habiamos mantenido desde la partida, teniendo novedades que se resolvieron con eslingas, winchas y mucho apoyo moral del resto de tripulaciones.
Muchos recuerdos le trajo a Beyo el tramo siguiente, llamado la jabonera, claro que esta vez estaba seca sin embargo fue en esta cuesta en donde un par de nivas en una travesía extraoficial pasaron un par de dias hasta poder salir, en fin, nosotros continuamos y llegamos al empedrado que llega desde Otavalo y conversamos con el guia quien supo mencionar que para llegar a la laguna colorada se puede hacer hasta cierto punto en el niva y de alli unos 30 0 40 minutos de escalada, ante esta situación y teniendo en cuenta que un buen nivero no acampa mas alla de 3 metros de su vehiculo se decidió regresar por el camino hasta el otro extremo de la laguna (por donde llegamos inicialmente) y acampar alli, porque segun mencionaron esa área era "más tranquila".
Esta vez se decidió cruzar la zanja por el camino alterno y dirigirnos hacia el lugar de acampada para comer alguito y conocer los alrededores de la laguna.
Llegamos al lugar indicado y se armó rápidamente el campamento y con Francisco, mi hijo Joel y José Miguel Díaz caminamos por la orilla de la laguna alrededor de unos 45 minutos y fuimos testigos de unos paisajes incribles, con vertientes de agua. árboles y madrigueras que hacían de la experiencia una de esas díficiles de olvidar y de transmitir al resto, sin embargo una que otra foto lo puede hacer más fácil.
Mientras regresabamos al campamento nos topamos con la novedad de que un grupo de unos 30 jóvenes de algun campamento vacacional coicidieron en que esa área era tranquila para acampar y establecieron alli su campamento base, que tal!. Ya en la noche y a insistencia de los más pequeños se procedió a prender la fogata, pero se resistía a tal punto que toco buscar otras maderas por los alrededores sin las cuales no se hubiese logrado prenderla, de alli los jóvenes del club coincidieron en preparar malvaviscos y los viejitos solo queriamos abrigarnos y disfrutar de la típica y nutrida conversación nivera.

Durante la acampada fuimos visitados por un zorro el cual sin ninguna verguenza ni temor se paseaba a escaso metros de nosotros. La noche fue amenizada por más vecinos que llegaron y la buena música bien variadita de nuestro DJ Eduardo8, la noche transcurrió con unos fuertes vientos que rompieron la carpa de Francisco y causaron que algunos niveros de madrugada se levanten a abrigarse alrededor de la fogata, la cual duró hasta el siguiente dia.
Ya temprano en la mañana se procedió a desarmar el campamento y regresar otra vez por la zanja y la jabonera para tomar ruta a Malchingui ya que nos dieron un dato de que el camino estaba alaja.
Al cruzar la zanja, todos nos quedamos, pero afortunadamente un niva paso por el camino alterno y empezó el rescate uno a uno de los que intentamos por la zanja, siendo el mas comprometido el Edu a quien se lo wincho por delante y por detras pero a la final cruzó.
Una vez culminada la jabonera tomamos ruta a la laguna negra para de alli seguir a malchingui, pero Edu debido a la experiencia en la zanja decidió regresarse por Otavalo ya que tenia comprometida su barra estabilizadora, el resto de nivas continuamos por la ruta, y efectivamente en el camino que lleva a la hacienda habian muchas, pero muchas zanjas que ponian a prueba las suspensiones de los nivas y habilidades de los pilotos, los cuales a pesar del maltrato del camino no dejabamos de disfrutar, una vez superado este tramo y luego de un buen tiempo llegamos a Malchingui y de alli en el redondel de Guayllabamba nos separamos, Ruben y Beyo se iban por el Quinche (me imagino que de agradecimiento por los favores recibidos) y Francisco y yo tomamos por Guayllabamba hacia Quito, pero todos con la satisfacción de haber participado en una excelente travesía gracias a la camaradería del grupo.

Saludos
Aquiles

Fotos cortesía del "comedido" del Francisco.