
AFICIONADOS
José Fernando Olmedo y su familia
Samantha Sampedro Cabrera y su familia (niva y
½)
Werner Altamirano y familia
Oleh Nizhelskyi
Ernesto Álvarez y familia
Santiago Herrera y un amigo
POSTULANTE
Diego Soria
Eduardo Díaz y su esposa
MIEMBROS
DEL CLUB
Oswaldo Gómez Jurado
Fernando Bastidas
Cristhian Carvajal
Jorge Ortiz
Gustavo Vaca
Beyo
En el lugar de concentración antes indicado el
presidente del Club (Oswaldo) dio la bienvenida a todos los amigos niveros que
nos acompañaban ese día y también las primeras indicaciones al grupo en como
tenemos que ir en la travesía, datos como mantener la distancia, respetar el
orden, etc.


A continuación avanzamos hasta llegar a las
faldas del Sincholagua donde nos encontrábamos a 3950 mts sobre el nivel del
mar, el lugar nos recibió con un lindo sol y un poco de viento.
Al llegar buscamos pasar por un riachuelo con
piedras no muy complicado, pero para las personas que nos acompañaron que tal vez nunca lo hicieron fue emocionante;
pasamos uno por uno nuestros tanques. Faltando únicamente el niva y medio de
Samantha, quién rechazó una oferta realizada por Oswaldo, pero poco después
Stalin Sampedro (Padre de Samantha) se animó y pasó sin ninguna complicación ni
novedad.
Posteriormente nos ubicamos en un lugar, una planicie, lugar en el cual
aprovechamos para estacionar los vehículos, tomar fotos, conversar y realizar
un sorteo para la entrega de algunos presentes a las personas que nos
acompañaron en la travesía. Teníamos previsto almorzar ahí pero comenzó a paramear
(viento con lluvia) y hacía sol, y así repetidamente por lo que decidimos
regresar para almorzar donde el clima sea más propicio; al salir de este
interesante sector parqueamos para el almuerzo, el cual se dio sin ninguna
novedad, y mientras algunos conversábamos después del lunch otros amigos
decidieron subir caminando la montaña que teníamos a nuestro costado, subieron
alrededor de 200 mts.
Después de un par de horas disfrutando los páramos,
paisajes, caminatas, conversaciones, anécdotas, comenzamos nuestro retorno,
claro, con todo el polvo que levantábamos con los nivas pasando el corral
ubicado a unos 15 minutos del destino nos detuvimos para otro foto de todo el
grupo, después proseguimos con el retorno hasta la Y de Pintag, lugar donde nos
reunimos para unas palabras finales de Oswaldo de agradecimiento y despedida
del Segundo Encuentro Nivero.
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