miércoles, 6 de octubre de 2010
Bitacora de Septiembre
En vista de que todavía no se ha escrito la bitácora de la última travesía correspondiente al mes de septiembre del año en curso y para que no se dilate más la cosa, me he tomado la libertad de hacerlo.
Al respecto debo mencionar que el lugar escogido para realizar la mencionada travesía fue parte de un plan B, ya que el sitio donde se supone que iríamos estuvo vedado para el ingreso de visitantes. Fue así que de forma emergente se decidió cambiar de ruta y visitar el páramo de
Guayllanta, cercano a la población de Pintag en las estribaciones del Sincholagua. Así que 7 tripulaciones se aprestaron para realizar dicha travesía:
Sadasiva con quien escribe este relato
Eduardo Días con jose Miguel
Edison Armas con su familia
Jose Javier con un sobrino
Beyo Ochoa con su hijo y sobrinos
Rubén y Yoly con su familia
Carlos Galárraga con Sonia y el pequeño Carlitos
La salida desde la recta del colibrí fue un tanto retrasada ya que los niveros de Quito nos atrasamos algún tiempo por motivos ajenos a nuestra voluntad, pero al fin siendo las 14:00 horas del día señalado partimos con dirección al caserío del Carmen para solicitar el respectivo permiso previo el pago de 5.00 USD por persona.
Luego de haber efectuado este trámite, nos encaminamos hacia el páramo subiendo por una pronunciada cuesta empedrada hasta la puerta de malla cuyo candado debimos abrirlo con la llave entregada por el presidente da la comunidad de El Carmen Realizado esto pasamos todas la s tripulaciones para continuar subiendo hacia una gran planicie por un camino de tierra y polvo ya que no había llovido algunos días en la región.
Al momento de llegar al inicio de la gran planicie se realizo una parada para sesión fotográfica pues el paisaje se prestaba par aquello y el sol contribuía con mucha luz y algo de calor.
El escaso número de visitantes motorizados había borrado casi en su totalidad la huella dibujada en el suelo, la misma que en otra ocasiones ayudaba para continuar la ruta correcta hacia un pequeño valle, donde las condiciones geográficas se prestan para acampar.
Luego de algunas vueltas e intentos fallidos logré identificar el camino correcto no sin
antes recibir algunas justificadas vaciladas de los compañeros que seguían al líder de
la travesía.
El sentido de orientación y unos montículos de arena y piedras que no han sido retirados en 2 años fueron los elementos que me guiaron hacia el inicio del camino que baja hacia el pequeño valle donde se debe acampar . Este camino estrecho polvoso presentaba huellas profundas lomos y canjilones secos que pusieron a prueba las suspensiones de los poderosos Nivas
Cruzamos sin dificultad el valle , retomando un sendero que terminaba a unos pocos metros en una profunda zanja construida para impedir el paso de vehículos hacia otra hacienda de la región, pero hacia la izquierda se presentaba un pequeño riachuelo cuyo acceso para ser cruzado ofrecía dificultad moderada .
Una vez realizado el cruce existe una cuesta corta pero pronunciada y con algo de barro en su cima , lo que dificultó el paso de casi todos nivas; cinco de los cuales tuvieron que ser wuichados para coronarla, y acceder así a una pequeña meseta donde haríamos un alto para continuar una etapa de exploración a campo traviesa por el inmenso páramo que se nos presento adelante .
Durante casi una hora y media cruzamos el inmenso y despejado páramo guiados por una huella casi imperceptible o totalmente borrada en largos tramos , íbamos en busca de un río que, según un miembro de la comunidad que controla la presencia de personas en el páramo nos informó, pero como siempre de una forma ambigua e incorrecta, por lo que lógicamente no lo encontramos.
Como la noche se aproximaba inexorablemente decidimos regresar por la misma ruta y así lo hicimos sin mayor dificultad tan solo unas pocas salidas de ruta que fueron solucionadas de forma inmediata con la colaboración de todos los niveros asistentes. La bajada hacia el río fue realizada con mucha técnica por todos al igual que el cruce del riachuelo en sentido contrario
Y fue así que retornamos al pequeño valle para armar nuestro campamento acompañados ya con el manto de la noche, pero con una luna llena que curiosa salía por detrás da las colinas para regalarnos su plateada luz y su belleza. No faltaron los luceros y estrellas que decoraron el telón negro de la noche hasta altas horas de la madrugada.
Una fogata bastante grande y abrigada fue la mejor invitada del grupo el que se reunió a su alrededor después de haber merendado, para recibir su calor tan necesario en la en esas circunstancias que todos las conocemos. Luego de una amena tertulia sobre distintos y variados temas y el deguste de algunos traguitos de licor nos retiramos de apoco hacia nuestras respectivas carpas para un merecido descanso.
Al día siguiente y aprovechando el rescoldo aún caliente de la fogata un suculento desayuno con muy variados alimentos que cada tripulación brindó al grupo, fue el corolario que cerro con broche de oro la travesía oficial del club correspondiente al mes de septiembre del 2010.
Tan solo quedo el retorno que se lo realizó sin ningún problema, despidiéndonos todos de la forma más cordial y amistosa en el partidero hacia Pintag
Oswaldo Gomezjurado B
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