lunes, 18 de abril de 2011

Bitacora de la Travesia de Abril, Oyacachi - Cayambe

PARTICIPANTES

Oswaldo Gomezjurado, en solitario

Charlie Vásquez, en solitario

Carlos Galarraga, con su padre Carlos y el pequeño Carlos Raúl

Francisco Jácome, con su esposa Shaquira y sus tres hijos

Por culpa del tráfico que existe en nuestra franciscana capital y sus alrededores, la cita se retrazó alrededor de una hora y media. En fin ya todos reunidos en el punto acordado se inicia la marcha rumbo a la parroquia de Quinche a 22 Km del lugar de inicio.

Una última tanqueada de mi carro y la compra de madera de desecho para la fogata nocturna fueron las únicas paradas obligatorias que se realizaron en esta la primera etapa de la travesía

Llegando a la parroquia de Quinche fue fácil tomar la ruta hacia Oyacachi iniciando la misma con una pronunciada cuesta de unos 7 Km, toda ella empedrada y en relativas buenas condiciones de mantenimiento. Al coronar la misma una densa neblina acompaño a la caravana alrededor de unos 20 minutos lo que obligó a prender las luces de nuestros tanques. Cuando comenzó a disiparse, nos detuvimos para la primera sesión de fotos ya que estábamos cruzando una hermosa planicie rodeada de paisajes serranos verdaderamente alucinantes teniendo como fondo el majestuoso Cayambe totalmente despejado, rodeado de un cielo azul e iluminado por un impresionante sol vespertino.

El camino que más tarde empataría con la vía lastrada que conduce a la localidad de Oyacahi, presentó algunos obstáculos que fueron fácilmente salvados por nuestros poderosos vehículos incluso una zanja de unos 40 centímetros de ancho cavada para que pase alguna tubería de canalización .

A pocos metros de allí se encontraba ya la vía que nos conduciría sin ninguna novedad hacia nuestro primer destino la localidad de Oyacachi

Al rededor de una hora nos tomo llegar pero siempre rodeados de fascinantes paisajes que gustaron mucho a los viajeros que por primera vez transitaban pos esos parajes.

Cuando caía la noche avistamos las primeras luces de aquel pintoresco pueblito que parecía desde la altura un nacimiento navideño. Una vez que arribamos al pueblo, vino la parte de negociar el valor de la entrada a las termas donde acamparíamos para poder usar las piscinas de aguas termales durante la noche y madrugada Y así lo hicimos luego de la cena la consabida sobremesa. Fue una experiencia inolvidable sumergirse en esas cálidas aguas ferruginosas del complejo

Luego de casi 4 horas de disfrutar el calor del agua, la tertulia y un botella de exquisito licor, vino la violenta salida para vestirse, y acudir de inmediato a nuestra carpas para el merecido descaso,

Al día siguiente decidimos completar la travesía con una visita la refugio del Cayambe, pues estábamos cerca y querríamos vencer un reto Off-Road ,cual es ascender a 4700 msnv por un sendero sinuoso ,empinado y cubierto por piedras sueltas en los últimos metros antes de llegar al mencionado refugio. Cabe mencionar que a esta parte de la travesía no acudió Charlie Vásquez ya que la exposición al frió después de salir de las temas empeoró su ya delicado estado catarral regresando a Quito cuando empatamos con la Panamericana.

El ascenso hasta el denominado pedregal, se lo realizo sin inconvenientes pues el piso del camino estaba aceptable, tan solo unos cuantos huecos y zanjas más o menos profundas, labradas por las aguas de lluvia del crudo invierno que ésta azotando la región sierra de nuestro país.

Cuando iniciamos el cruce del pedregal, bloqueamos los diferenciales de nuestro nivas ;

y adelante se ha dicho fue una ruta difícil exigente de fuerza de las máquinas y destreza de manejo por parte de los pilotos ; es una ruta ideal para probar el rendimiento de coronas , transmisiones. y levantamiento de suspensiones y carrocerías.

En fin sin ningún inconveniente mayor coronamos la ruta hasta el refugio El clima estaba tranquilo un sereno sol nos acompaño en nuestra estadía en dicho lugar por un par de horas , luego unas fotos y a descender en compañía de otros turistas que también habían ascendido.

En la parte de tierra cayó una pertinaz lluvia que al mojar la calzada, convierto a la misma en un interesante lodazal que atascó a un par de visitantes que pretendían llegar al refugio. Superado el problema continuamos el descenso `pues queríamos llegar rápido a la ciudad de Cayambe porque el hambre había hecho presa de nuestros estómagos, pero lástima no encontramos comida en esa localidad así que decidimos avanzar a Guayllabamba donde si pudimos aplacar nuestra hambre con unos deliciosos y abundantes platos típicos nacionales.

Luego la despedida de rigor buenos deseos y buenos augurios un fuerte abrazo , y a casa a descansar y a disfrutar del calor de nuestras familias

Oswaldo Gomezjurado

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