Contamos con la participación de los siguientes socios en orden de ruta:
- Oswaldo Gomezjurado y su esposa.
- Fernando Bastidas (en solitario)
- Charlie Vásquez y Gaby.
- Beyo Ochoa y su hijo Aurelio.
- Aquiles Zurita y Flia.
Luego de haber arribado al punto de encuentro y de recibir la cordial visita de Gustavo Vaca, quién por motivos laborales no nos ha podido acompañar en ésta ocasión y que además fue el encargado de comprar los embutidos (muy buenos por cierto) para preparar el almuerzo se éste día; decidimos emprender la ruta hacia nuestro destino de hoy.
Con todos los Nivas en ruta nuestra primera parada la efectuamos en las afueras de Píntag para un breve aprovisionamiento por parte de nuestro compañero Beyo. La próxima parada la realizamos en el centro de la parroquia de Píntag:
Provincia: Pichincha. Cantón: Distrito metropolitano de Quito. Parroquia: Píntag. Superficie: 492,2 km2. Altitud: 2800 msnm. Población: 16 081 hab.
En el centro de ésta bella parroquia
nuestra parada técnica es corta, el tiempo necesario para que Beyo compre un
poco de carbón y así garantizar el éxito de nuestra parrillada. De nuevo
volvemos a la ruta ésta vez con nuestra siguiente parada programada en el
Barrio Ubillús, sector de intensa producción lechera con ganado de raza
Holstein y que en los últimos años ha recibido un gran impulso a su sistema
educativo con énfasis en las especialidades técnicas agropecuarias por parte de
la Academia y del estado.
Ya en Ubillús los voceros del club se
dirigen a conversar con el Sr. Bravo
para que se nos autorice el ingreso al páramo a través de una puerta metálica
bien conocida por los miembros del Club, un caballero bien conocido por nuestro
amigo Beyo nos concede el permiso de paso por la hacienda y el ingreso al
páramos al entregarle la llave a Oswaldo. 
Llegamos a la puerta metálica , hasta ahora
no hemos enfrentado mayor obstáculo y la dificultad de la vía ha sido entre
baja y moderada, pero en un momento la situación mejora, apenas pasamos la
puerta nos recibe una empinada subida, de nuevo pienso que con algo de lluvia
sería un reto realmente imponente coronarla, de allí en más debemos ser
cuidadosos con las puertas de palos colocadas para dividir los potreros y
dejarlas tal cual las encontramos pues nuestros anfitriones se ve que son gente
que cuida mucho de su ganado y mal haríamos en causarles un perjuicio al
descuidar éste importante tema.
El camino se pone más interesante,
profundas zanjas y huellas de un lodo seco nos ponen a prueba las
suspensiones y es importante tomar el camino por el punto
adecuado para no agredir demasiado los protectores del cárter al golpear contra
los camellones. Llegamos a un corral,
desde donde se tiene una vista privilegiada del Valle a nuestra derecha.
Seguimos ascendiendo, pero en unos pocos metros me percato de que existe algún
problema con mis electro ventiladores, no están activándose y la temperatura de
mi niva se ha elevado un poco. Inmediatamente solicito una parada técnica. Algo
debe andar mal con el relé que los activa pues inclusive con el sensor de
temperatura desconectado se apagan irremediablemente, Oswaldo me tranquiliza y
Beyo me recomienda calma, nos faltan poquísimos metros de ésta pendiente y mi
ventilador mecánico debería mantenerme a salvo por un buen rato más. De todas
maneras subo algo estresado por el estado de mi niva.
En una choza cercana nos disponemos a preparar la parrilla, amablemente Beyo inicia con la preparación de las brasas. Una vez que éstas están listas me dispongo a colaborar con la cocción de los buenos embutidos que nos ha provisto el club, Charlie y Gaby aportan con los cuchillos y pinzas para facilitar la preparación mientras tanto a tiempo que preparamos vamos conversando, temas diversos hacen amena nuestra charla, desde las siempre agudas observaciones políticas de Aquiles pasando por la sabiduría de Oswaldo y las declaraciones de amor de Charlie y Gaby (quién afirma que nunca dejará de asistir a nuestras travesías).
Comimos muy bien, pese a unas papas saladas que confieso no quedaron como esperaba, disfrutamos de algunas cervezas y después de un breve descanso iniciamos la ceremonia de mi bautizo.

Continuamos el descenso después de una
simpática sesión de fotos con un hermoso paraje de fondo y en corto tiempo estamos de vuelta en Ubillús
entregando las llaves y agradeciendo la hospitalidad de nuestros anfitriones.
Llegados pues a la carretera que une Pïntag
con el Valle de los Chillos y Pifo nos despedimos, seguros de vernos pronto y
compartir el honor y el gusto de viajar en compañía de grandes conductores,
niveros y amigos!
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