OBRA SOCIAL - RECINTO BELLAVISTA
La travesía del mes de marzo consistía en la obra social, este año el destino seleccionado fue, el recinto Bellavista de la parroquia San José de Minas, cantón Quito.
El sábado 25 de marzo alrededor de las 09:00 en la
Universidad de especialidades turísticas, nos fuimos reuniendo los socios
asistentes a la travesía.
Aquiles, Linda y Floppy
Francisco, Gigi y Carlos.
Arturo y la Sra. Cielito.
Jorge en solitario.
Pablo en solitario.
Gracias a las lluvias de los días anteriores, el camino se
encontraba en partes con lodo que hacían recordar las travesías de montaña en
donde era la constante.
A la altura de las casas de máquinas del agua potable de
Quito, se nos informó que más adelante la vía había sufrido un derrumbe
producto de las lluvias pero que sin embargo, a esa hora ya debía estar
habilitada, este particular fue comunicado vía radio a todos los tripulantes de
los Nivas y se decidió continuar rumbo a Alambi previo una parada técnica para
revisión y ajuste de fluidos.
Minutos más tarde, llegamos a Tandayapa, en donde hicimos
una parada para estirar piernas y conversar unos minutos y luego, siguiendo la
ruta del Paraíso del Pescador, salir a la vía la Independencia – Calacalí rumbo
a Nanegalito en donde íbamos a almorzar y Gustavo tenía que tanquear ya que su
Niva contaba con un cuarto de tanque y dos galones prestados por Francisco al
momento de su problema y regreso a Quito.
Como es tradición, no puede existir travesía en la que no
saquemos a flote nuestras dotes de mecánicos y hagamos algo en alguno de
nuestros vehículos. Esta vez el afortunado fue Pablo y se procedió a ajustar
los tornillos del brazo de suspensión izquierdo que estaban un par de vueltas
flojos.
Luego pudimos degustar de comida típica, sobremesa y una mega taza de café. Regresamos hacia el camino a Nanegal y continuamos hacia Palmitopamba, nos acompañaba una leve llovizna. Las situaciones del tráfico eran informadas a la caravana mediante radio por el líder de la travesía.
Esta ruta, la habíamos tomado en ocasiones anteriores cuando
nos dirigíamos hacia Nangulvi en la provincia de Imbabura.
Kilómetros adelante vimos el letrero que indicaba que el
recinto Bellavista se encontraba a 1.6 Kms, cosa que no es correcta ya que la
distancia es de 6 Kms.
Arribamos al recinto y nos dirigimos hacia el lugar de
acampada que estaba acondicionado listo para nuestro uso, el recorrido total,
fue de 112Kms desde el sector de la Carolina en Quito.
La historia de como dimos con Bellavista empieza semanas
antes, gracias a la investigación y visita de Pablo y Jorge, socios del Club,
quienes destinaron recursos en una avanzada.
Allí se documentó la cantidad de familias y niños en
especial a los cuales los miembros del club luego llevaríamos regalos.
La semana anterior a la travesía se realizó la recolección
de donaciones, confirmación y reparto de éstas entre los socios que asistirían
el 25 de marzo.
Gracias a este trabajo, el día de nuestra llegada, nos
recibieron con todo el cariño que la gente sincera y honesta tiene para brindar
a todos aquellos que vamos de buena fe.
Luego llegaron varias personas del recinto, encabezados por
el Sr. Aercio Cadena, su presidente, quienes nos dieron la bienvenida
agradeciendo por nuestra presencia y preocupación por los niños y las personas
más necesitadas del lugar.
Las horas fueron pasando y luego de una rica comida y la
tertulia del caso, nos fuimos a dormir.
La madrugada transcurrió entre el sonido de la lluvia sobre
el techo metálico del galpón y los cantos de los gallos del recinto, quienes
desde la una de la mañana se hicieron sentir.
Justo a la hora del desayuno, llego una moradora del sector con una olla llena
de choclos cocinados y un queso de mesa que fueron saboreados y agradecidos por
todos los asistentes del club.
Las personas del recinto fueron llegando hasta el lugar y se
procedió al programa, en donde las palabras del Sr presidente encargado del
club (Jorge) y del Sr. Tesorero (Gustavo) transmitieron hacia los pobladores
nuestra trayectoria y motivaciones para la obra social.
Gracias a la coordinación previa, se contaba con un listado
y de manera ordenada se fueron entregando los presentes a los niños y familias
del recinto, así como también a la escuela del recinto.
Aún faltaba algo que hacer en el recinto y era la visita a
la cascada, en formación, los Nivas nos dirigimos por un estrecho camino a un
par de kilómetros del lugar de acampada, allí nos esperaba ya Don Aercio con su
familia, quienes nos tenían una sorpresa, ya que habían adecuado una especie de
piscina al final de la cascada del rio Espejo.
Lamentablemente la naturaleza hizo su trabajo y minutos
después de nuestra llegada, el rio reclamó su cauce original y desapareció la
piscina.
Luego de unos minutos nos despedimos de las maravillosas
personas del recinto y emprendimos el viaje de retorno, que como ocurre
siempre, dio la impresión de ser más rápido.
En Nanegalito, procedimos a almorzar y a repartir entre todos los Nivas asistentes los productos que nos dieron en Bellavista.
Luego, el regreso a Quito transcurrió sin incidentes aunque
la velocidad de retorno no era muy alta pero si constante por lo que llegamos a
la mitad del mundo en menos de una hora, procedimos a despedirnos y cada uno de
nosotros tomo rumbo hacia su respectivo hogar con la satisfacción de la meta
cumplida.
Hay que agradecer a todas las personas que nos apoyaron con
sus donaciones, en especial a Cristian Carvajal, Carlos Vasquez, José Octavio
Pazmiño, Francisco Jácome y familia y a todos y cada uno de los que nos
colaboraron para el éxito de esta travesía.
Niveramente
Aquiles Zurita
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