viernes, 28 de abril de 2023

Obra Social - Marzo 2023 - Recinto Bellavista

OBRA SOCIAL - RECINTO BELLAVISTA

La travesía del mes de marzo consistía en la obra social, este año el destino seleccionado fue, el recinto Bellavista de la parroquia San José de Minas, cantón Quito.

El sábado 25 de marzo alrededor de las 09:00 en la Universidad de especialidades turísticas, nos fuimos reuniendo los socios asistentes a la travesía.

Gustavo con José Octavio Pazmiño, ex socio del club, pero siempre muy colaborador en temas de solidaridad.

Aquiles, Linda y Floppy

Francisco, Gigi y Carlos.

Arturo y la Sra. Cielito.

Jorge en solitario.

Pablo en solitario.

 Cerca de las 10 de la mañana, emprendimos ruta hacia Nono, sin embargo, un poco más delante de la sede del Colegio de Abogados, salimos de la ruta pavimentada hacia una de tierra que nos conducía hacia Rundunpamba y de allí hacia la reserva Yanacocha, luego Zuroloma con destino a la Virgen de Alambi.

En una cuesta, a pocos minutos de la ruta de tierra, Francisco tuvo un inconveniente y no pudo continuar, por lo que las provisiones fueron repartidas en los otros Nivas.

Gracias a las lluvias de los días anteriores, el camino se encontraba en partes con lodo que hacían recordar las travesías de montaña en donde era la constante.

A la altura de las casas de máquinas del agua potable de Quito, se nos informó que más adelante la vía había sufrido un derrumbe producto de las lluvias pero que sin embargo, a esa hora ya debía estar habilitada, este particular fue comunicado vía radio a todos los tripulantes de los Nivas y se decidió continuar rumbo a Alambi previo una parada técnica para revisión y ajuste de fluidos.

Efectivamente unos kilómetros más abajo, se notaba claramente el derrumbe y las obras de remediación para habilitar la vía, la cual pudimos sortear sin contratiempos, sin embargo, la mesa de la vía del lado izquierdo se notaba afectada y en cualquier momento puede generar sorpresas a los que por ella circulen.

Minutos más tarde, llegamos a Tandayapa, en donde hicimos una parada para estirar piernas y conversar unos minutos y luego, siguiendo la ruta del Paraíso del Pescador, salir a la vía la Independencia – Calacalí rumbo a Nanegalito en donde íbamos a almorzar y Gustavo tenía que tanquear ya que su Niva contaba con un cuarto de tanque y dos galones prestados por Francisco al momento de su problema y regreso a Quito.

Ya en Nanegalito, Gustavo se dirigió hacia la estación de servicio que queda a la entrada de la vía Pacto Gualea y el resto de nosotros parqueamos los Nivas en el restaurante seleccionado.

Como es tradición, no puede existir travesía en la que no saquemos a flote nuestras dotes de mecánicos y hagamos algo en alguno de nuestros vehículos. Esta vez el afortunado fue Pablo y se procedió a ajustar los tornillos del brazo de suspensión izquierdo que estaban un par de vueltas flojos.

Luego pudimos degustar de comida típica, sobremesa y una mega taza de café. Regresamos hacia el camino a Nanegal y continuamos hacia Palmitopamba, nos acompañaba una leve llovizna. Las situaciones del tráfico eran informadas a la caravana mediante radio por el líder de la travesía.

Esta ruta, la habíamos tomado en ocasiones anteriores cuando nos dirigíamos hacia Nangulvi en la provincia de Imbabura.

Kilómetros adelante vimos el letrero que indicaba que el recinto Bellavista se encontraba a 1.6 Kms, cosa que no es correcta ya que la distancia es de 6 Kms.

Arribamos al recinto y nos dirigimos hacia el lugar de acampada que estaba acondicionado listo para nuestro uso, el recorrido total, fue de 112Kms desde el sector de la Carolina en Quito.

La historia de como dimos con Bellavista empieza semanas antes, gracias a la investigación y visita de Pablo y Jorge, socios del Club, quienes destinaron recursos en una avanzada.

Allí se documentó la cantidad de familias y niños en especial a los cuales los miembros del club luego llevaríamos regalos.

La semana anterior a la travesía se realizó la recolección de donaciones, confirmación y reparto de éstas entre los socios que asistirían el 25 de marzo.

Gracias a este trabajo, el día de nuestra llegada, nos recibieron con todo el cariño que la gente sincera y honesta tiene para brindar a todos aquellos que vamos de buena fe.

Como anfitrión el Sr. Wilson Mesa, quien puso a disposición de los asistentes del club, su casa, en especial el baño, y posteriormente nos brindó un poco del producto que allí se produce.

Luego llegaron varias personas del recinto, encabezados por el Sr. Aercio Cadena, su presidente, quienes nos dieron la bienvenida agradeciendo por nuestra presencia y preocupación por los niños y las personas más necesitadas del lugar.

Procedimos a armar el campamento, cada tripulación armó su carpa e iba colocando en el lugar designado las provisiones que se iban a preparar conjuntamente en la noche en un asado.

Las horas fueron pasando y luego de una rica comida y la tertulia del caso, nos fuimos a dormir.

La madrugada transcurrió entre el sonido de la lluvia sobre el techo metálico del galpón y los cantos de los gallos del recinto, quienes desde la una de la mañana se hicieron sentir.

Justo a la hora del desayuno, llego una moradora del sector con una olla llena de choclos cocinados y un queso de mesa que fueron saboreados y agradecidos por todos los asistentes del club.

Levantamos el campamento y a las 10:00 AM nos dirigimos hacia la cancha de futbol del recinto en donde se tenía planificado la entrega de donaciones y presentes.

Las personas del recinto fueron llegando hasta el lugar y se procedió al programa, en donde las palabras del Sr presidente encargado del club (Jorge) y del Sr. Tesorero (Gustavo) transmitieron hacia los pobladores nuestra trayectoria y motivaciones para la obra social.

Gracias a la coordinación previa, se contaba con un listado y de manera ordenada se fueron entregando los presentes a los niños y familias del recinto, así como también a la escuela del recinto.

Luego, se hizo presente la comunidad por intermedio del Sr Aercio en donde nos dieron su agradecimiento y adicionalmente nos brindaron una muestra de su cariño en forma de productos que ellos cosechan, como plátanos verdes y maduros, naranjas, limones, yuca, badeas, cañas de azúcar, plantas ornamentales. Todo esto fue más que bien recibido y agradecido por parte del Club valorando de extrema manera el gesto y recalcando que con un gracias o Dios le pague ya nos dábamos pro satisfechos.

Aún faltaba algo que hacer en el recinto y era la visita a la cascada, en formación, los Nivas nos dirigimos por un estrecho camino a un par de kilómetros del lugar de acampada, allí nos esperaba ya Don Aercio con su familia, quienes nos tenían una sorpresa, ya que habían adecuado una especie de piscina al final de la cascada del rio Espejo.

Lamentablemente la naturaleza hizo su trabajo y minutos después de nuestra llegada, el rio reclamó su cauce original y desapareció la piscina.

Arturo, el espíritu joven del Club, no perdió tiempo y con la guía de don Aercio se dispuso a disfrutar de las sensaciones y emociones de la cascada las cuales luego con todo el entusiasmo del momento convenció a Pablo y a Gustavo para que vivan la misma experiencia.

Luego de unos minutos nos despedimos de las maravillosas personas del recinto y emprendimos el viaje de retorno, que como ocurre siempre, dio la impresión de ser más rápido.

En Nanegalito, procedimos a almorzar y a repartir entre todos los Nivas asistentes los productos que nos dieron en Bellavista.

Luego, el regreso a Quito transcurrió sin incidentes aunque la velocidad de retorno no era muy alta pero si constante por lo que llegamos a la mitad del mundo en menos de una hora, procedimos a despedirnos y cada uno de nosotros tomo rumbo hacia su respectivo hogar con la satisfacción de la meta cumplida.

Hay que agradecer a todas las personas que nos apoyaron con sus donaciones, en especial a Cristian Carvajal, Carlos Vasquez, José Octavio Pazmiño, Francisco Jácome y familia y a todos y cada uno de los que nos colaboraron para el éxito de esta travesía.

Niveramente

Aquiles Zurita




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